A la altura de la farmacia, cuyo nombre tiene sus raíces en los apellidos Laborda y Álvarez, escuché pronunciar mi nombre en un tono más elevado de lo normal. Girando la cabeza y dirigiendo mi vista hacia atrás, reconozco a la persona que lo ha pronunciado. Él, en su diáspora fuera del Bierzo, siempre suele regresar en algún momento para recordar su época infantil y juvenil. Me acerco a saludarlo pudiendo comprobar que nos encontrámos a los pies de un edificio ubicado en la confluencia de la calle República Argentina y Ave María. Se accede al mismo por un portal, con el número 11, que da a la vía citada en segundo lugar. Un letrero de color naranja con las letras RTVE -en blanco- se puede otear en ambos laterales de la segunda planta, concretamente. Actualmente, dicho edificio acoge en su primera planta las dependencias del Servicios Oficiales de Salud Pública, Veterinarios/Farmacéuticos, Consejería de Sanidad, según reza una pegatina en el cristal del portal. La segunda la ocupa RTVE -Radio y Televisión Española-. En el buzón de correspondencia pone RNE.
¿Qué albergaba esta edificación en otros tiempos? Nos remontamos en torno a la segunda mitad de la década de los 60 y primer quinquenio de los 70. El propietario del mismo respondía al nombre de don Octavio Manteca. En un local del bajo un recuerdo para siempre, Calzados Seco y señor Ramiro.
En la primera planta al completo, la OJE. Era el Hogar del Frente de Juventudes de la conocida Organización Juvenil Española. No entendíamos ni nos preocupaba la política, pero si escuchábamos nombrar a la Delegación Nacional del Frente de Juventudes que dependía de la Secretaría General del Movimiento, el partido único del franquismo. A los jóvenes de aquellos años lo que nos interesaba es lo que nos ofertaban sin gastar ni una peseta, moneda básica de aquellos años a manera del euro actual. Era un amplio abanico de oportunidades y opciones variopintas, unido a ello resultaba ser un lugar ideal de confort y comodidad, rodeados de muchachos muy parejos en lo referente a la edad, donde se fraguaría una verdadera amistad imperecedera a lo largo de nuestras vidas. Es incalculable concretar el número de horas vividas allí.
A elegir, ping-pong o billar, por un lado; por otro, juegos de mesa como damas o ajedrez (juego del que solo aprendí a mover sus piezas. Del mismo me quedó para siempre el famoso movimiento del jaque mate del pastor), la práctica de deportes como balonmano, baloncesto, atletismo y el más importante de aquellos años, el fútbol. Punto y aparte eran los talleres o secciones como la de la prensa, aeromodelismo o fotografía. No dejar de citar el montañismo, las técnicas de aire libre o las acampadas. Flechas, arqueros, cadetes o guías era mencionar el grado o categoría de los de los afiliados a la OJE. Un lema: «Vale quien sirve».
Un lugar especial, en un lateral, una sala con un televisor -en blanco y negro-, que resultaba ser todo un lujo para la mayoría de los hogares españoles de aquellos años. Día de la semana, el lunes. Un programa, el resumen de los encuentros de fútbol, a manera del actual ‘Estudio Estadio’. Nombres de personas a recordar serían Pedro Fernández Redondo, Eduardo Montes -padre de los Juegos Deportivos del Bierzo, con más de 15 modalidades diferentes de deportes-, Chus -así de sencillo- o Gabriel Cisneros, al que saludé y estreché la mano de una manera fugaz. Quién me iba a decir a mí que la historia lo recordaría como uno de los ‘padres’ de nuestra Carta Magna de 1978.
De aquellos años quedarían para el resto de mi vida aficiones y placeres como son la fotografía o la naturaleza. En plena juventud, sobre los 18 años, empecé a conocer y moverme por los lugares más recónditos de la comarca berciana para, de esta forma, conocer de primera mano la inmensa riqueza cultural, artística y paisajística del Bierzo. A destacar por su belleza y carisma -fuera de lo normal- el paraje de las Médulas, con sus minas de oro al aire libre; el Valle del Silencio (hoy día hablaríamos de la Tebaida Berciana), ruta que realicé varias veces a pie, que culminaba en dos pequeñas localidades -por aquellos años bastante más pobladas que en la actualidad- como eran Peñalba de Santiago y San Pedro o Montes de Valdueza; los Ancares, con el calificativo de lugar idílico; o una localidad, Villafranca del Bierzo.
Volviendo al edificio, en la segunda planta, a mano izquierda, estaba todo lo relacionado con una emisora de radio de nombre ‘Radio Juventud de Ponferrada’. Sus inicios, el 6 de enero de 1953, en el Hogar del Frente de Juventudes en el número 40 de la antigua Capitán Losada -ahora Avda. de España-. Emisora comarcal, estación Escuela EAJ-29. Para siempre tres míticas palabras: «- Aquí, Radio Ponferrada».
El verano del año siguiente, el cambio al domicilio que ocupa en la actualidad. Hablar de esta emisora, para muchos bercianos y bercianas, es mencionar programas y profesionales que han pasado por este medio de comunicación, dejando una huella difícil de olvidar. En esta nueva sede de la emisora vería surgir la semilla del nacimiento del Instituto de Estudios Bercianos, el 5 de julio de 1959, sin vinculación política alguna.
Año 1965. La tercera planta de este edificio, conocido como el de la «emisora», vería cómo Eduardo Montes y Alfonso Yáñez conseguirían popularizar el judo a través de lo que sería el Club Judo Blume de Ponferrada. Yolanda Ordás con su cálida y dulce voz, los sagaces informativos de Ignacio Linares, la crítica sutil de Ignacio Fidalgo Piensos, crónicas deportivas de Alfonso Martínez de León -Vallalfons-, tonos de voz únicos e inconfundibles como la de Rodolfo Mosquera ‘Romos’ o Benigno Crespo. Otros nombres, con alguna función en este medio radiofónico que yo recuerde: Francisco Gabaldón, Amalia Ruiz de la Puente, José Luis Carnero, Leonardo Rodríguez Gallardo, Dionisio Óscar Garnelo, Pipo Antúnez, Celia Correa Alonso, Pedro Blanco, Porfirio Fernández de los Cobos, etc.
Una persona que ha brillado con luz propia traspasando las fronteras de la comarca, Luis del Olmo Marote. Alcanzado cotas a nivel nacional, pasando a ser todo un referente en la historia de la radio de nuestro país y uno de más ilustres y universales de nuestros paisanos. Otros que acabarían triunfando en el medio radiofónico serían Manuel Gómez, Ricardo Correa, Jesús Prieto Garzón, Valentín Carrera o Toño Criado. A escala de ámbito comarcal, citar a Manuel Pérez Álvarez con su final: «Desde Fabero y su cuenca minera habló para ustedes…»; Victorino Ribera Merayo en el Bierzo Alto -Bembibre-; en Toral de los Vados, Manuel Rodríguez Rodríguez.
Programas míticos, de entre otros muchos más: ‘Ventanal de la ciudad’, ‘Ronda’, ‘La ballenísima alegrísima’, ‘Teatro en el estudio’, ‘Car Club’, ‘Operación abuelo’. Una figura emblemática de la Navidad, el ‘mago Chalupa’, con la lectura por la onda de las cartas de los más peques con la petición de sus juguetes predilectos, a recibir en la noche de Reyes. Los más menudos de la casa, sorprendidos por la sabiduría del citado mago al realizar una perfecta radiografía de cada uno de nosotros, con nuestras virtudes y defectos. Unamos a ello la vergüenza al escuchar en el aparato de radio de nuestro hogar, de manera clara, nuestro nombre. ¡Eso era una odisea!
A mano izquierda de esta segunda planta, la Biblioteca Municipal de Ponferrada. Su ansiada apertura sería el 18 de mayo de 1955. Un espacio de 41 metros cuadrados que constaba de sala de lectura, aseo y cuarto trastero. Capacidad 40 personas. El bibliotecario que yo llegué a conocer respondía al nombre de Pedro Orallo Álvarez, auxiliar del Ayuntamiento. Serían abandonadas estas instalaciones en el año 1977. A ella acudían principalmente jóvenes en período escolar, de entre los 15 y 18 años. Hora de apertura, a las 18:00; su cierre, a las 22:00. Ser socio te daba derecho a poder llevar un libro a tu casa. Tenías en torno a una quincena para leerlo. La cuota a pagar era anual y casi simbólica, pues nos resultaba muy asequible de asumir.
De abril de 1977 a junio de 1982 se acondicionarían unos locales vacíos en los bajos del actual IES Álvaro de Mendaña como Biblioteca. Y de manera definitiva, por ahora, la actual Biblioteca Municipal de Ponferrada Valentín García Yebra-Casa de la Cultura, con sus puertas abiertas desde el 7 de junio de 1982.
En este mismo edificio, en sus bajos, la sede del Instituto de Estudios Bercianos (IEB), a la que se accede por un lateral, concretamente por vía Río Oza, 6. En la actualidad, también patronato de la Fundación Las Médulas y miembro de la CECEL. Algunos recordarán haber estado durante una época de su historia en unas dependencias de la antigua iglesia de San Antonio -en la calle Ancha, de la parte alta de la ciudad-, recinto religioso que se ha convertido en el Museo de las Cofradías de la Semana Santa de Ponferrada.