El Ayuntamiento de los líos sin fin

Cacabelos suma con una nueva dimisión la enésima vuelta de tuerca a las polémicas políticas enquistadas que incluyen dimisiones, loterías, denuncias, inhabilitaciones... y hasta a La Virgen como protagonistas

D.M.
23/08/2020
 Actualizado a 23/08/2020
Adolfo Canedo, Junior Rodríguez y Sergio Álvarez, los tres últimos alcaldes de Cacabelos, en fotos de archivo. I Ical / L.N.C
Adolfo Canedo, Junior Rodríguez y Sergio Álvarez, los tres últimos alcaldes de Cacabelos, en fotos de archivo. I Ical / L.N.C
El debate, la crítica política, las denuncias públicas sobre el rival de escaño o los desacuerdos en ideología y gestión son el pan de cada día en prácticamente todas las instituciones. También, claro, en los ayuntamientos.

Sin embargo,algunos enfrentamientos políticos se encuentran tan enquistados que se han convertido en males endémicos para algunos de ellos. Es el caso de Cacabelos, uno de los ayuntamientos que más polémicas políticas acumula desde hace varias legislaturas.

Estas polémicas se han convertido en ocasiones en presiones que llevan provocando desde hace años situaciones de cambios constantes en el consistorio, así como páginas y noticias en los medios de comunicación dando cuenta debatallas judiciales, dimisiones, amenazas personales, líos con plantillamunicipal e infinidad de asuntos, algunos incluso de carácter extravagante, comoen la del 8 de mayo de 2014, cuando el entonces alcalde por el PP, a aún hoy portavoz del PP en la oposición, Adolfo Canedo, dio una rueda de prensa para anunciar su dimisión y en la misma rueda de prensa se arrepintió y acabó diciendo que no dimitía por «compromiso con su pueblo».

Pero la polémica que han tenido que acostumbrarse a ver en su consistorio los vecinos de Cacabelos, viene ya de antes y alcanza hasta la actualidad.En el año 2004, el socialista Sergio Santín arrebató, con el apoyo de Izquierda Unida, la alcaldía al PP del emblemático José Luis Prada, que aceptó con deportividad el mandato de las urnas.Un joven alcalde que, sin embargo, en menos de un año dimitió por motivos personales.

Le sustituyó en el cargo el segundo en su lista, José Manuel Sánchez, no sin cierta polémica también porque izquierda Unida, que formaba gobierno de coalición, hizo intento de reclamar el sillón para su portavoz, Jesús Martínez Pintor, que por unos días fue alcalde en funciones, hasta que Sánchez tomó posesión del cargo.

José Manuel Sánchez estuvo lo que quedaba de esa legislatura y la siguiente, pero denuncias del Partido Popular hicieron verse inmerso en procesos judiciales, con varias causas abiertas contra su gestión económica al frente del Ayuntamiento.

En las elecciones de 2011, el pacto entre PSOE e Izquierda Unida no fructificó y el candidato del PP, Adolfo Canedo, se quedó con la Alcaldía en una minoría de seis concejales. Necesitaba el apoyo de los ediles de IU para sacar adelante muchas de sus propuestas. Fueron infinitas las acusaciones de Canedo hacia su antecesor socialista Sánchez por motivos de las cuentas municipales.

Loterías, vírgenes...

No tardó Canedo en ser noticia en medios de comunicación nacional por una de las medidas que tomó para sacar al ayuntamiento de Cacabelos de la «bancarrota», decía, en el que lo había asumido la anterior corporación.Anunció ante unos periodistas atónitos a los que convocó a una rueda de prensa en la que acabó llorando, que había decidido jugarse 50 euros de su bolsillo en un boleto del Euromillón, en otro de la Bonoloto y en un tercero de la Primitiva a la espera de que la suerte pudiera sonreír con casi 150 millones de euros al Consistorio.

Al año siguiente, Canedo tuvo otra idea que tampoco pasó desapercibida para los medios nacionales.Quiso proponer a la patrona de la villa del Cúa, la Virgen de la V Angustia, como alcaldesa honorífica de Cacabelos. Esto no gustó a Izquierda Unida, quien había apoyado algunas de las decisiones de Canedo para subsanar cuestiones económicas anteriores, debido ala gran deuda que arrastraba el ayuntamiento.

Inhabilitaciones y cambios

Tras continuas denuncias de amenazas y ataques hacia sus propiedades, como pinchazos en lasruedas de su coche o presiones a su familia, así como denuncias en los juzgado por las cuentas de los distintos ejercicios, en 2014, la citada rueda de prensa en la que, también entre lágrimas, dimitió y revocó su dimisión en apenas unos segundos.

Las farragosas denuncias, sobreseimientos, recursos y nuevas denunciassobre asuntos de cuentas, documentación, presuntos delitos de obstrucción a la labor de oposición... se mantuvieron ese mandato y el posterior, de 2015 a 2019, donde el PSOE recuperó la alcaldía de la mano de Sergio Álvarez con apoyo de dos partidos, Izquierda Unida y Alternativa por Cacabelos.
Pero tampoco este alcalde se libró de la polémica. Una de las cuestiones más llamativas en cuanto a líos en su mandato fue una denuncia contra el interventor municipal por insultos y empujones. Después, le impidió reincorporarse a su puesto, y esto le costó una denuncia por un delito de prevaricación administrativa por la que fue condenado a nueve años de inhabilitación en la Audiencia y en el TSJ de Castilla y León.

Estas decisiones judiciales, pese a estar recurridas, hicieron que el PSOE decidiese cambiar de candidato en 2019, generando tanto tensiones entre los seguidores de Álvarez como una escisión en el PSOE llamada Socialistas por Cacabelos. (SxC).

El PP ganó las elecciones, pero en minoría. Ni IU ni SxC, le apoyaron en la investidura. Pese a las discrepancias con el PSOE, apoyaron al nuevo cabeza de lista de este partido, Junior Rodríguez,hoy alcalde en minoría, al que tanto el PP, como IU o SxC, a los que no quiso integrar en un gobierno decoalición de izquierdas,bloquean continuamente las medidas municipales. El alcalde ya ha declarado en varias ocasiones que es por «revancha» e incluso les ha invitado a presentarle una moción de censura junto al PP.

Y es que hasta vio cómo rechazaban, por errores formales, el nombramiento de Hijo Adoptivo de la villa para el escritor Raúl Guerra Garrido, una cuestión, cuyo rechazo en el pleno con los voto de la oposición, llamó la atención por lo quesimbólicamentesuponía.  La gestión del Museo Marca, que supuso el cierre temporal, también fue objeto de cruces de declaraciones constantes y críticas duras.

Lo último, que en Izquierda Unida,son dos las portavoces ya que han dimitido en este primer año de legislatura. Ambas por motivos personales, pero que no deja de alimentar un continuo goteo denoticias políticas que poco o nada ayudan a la calma y a solución los problemas de los vecinos del municipio.
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