Los problemas del oso pardo han cambiado desde que hace veinte años se creara la Fundación Oso Pardo para intentar que la especie no se extinguiera en la zona norte donde, en 1996 llegó a registrarse un censo de osas de dos en la zona occidental y ninguna en la oriental. Fue su mínimo y la lucha por dar continuidad a la especie fraguó con seguimientos a los ejemplares y con programas europeos como el Life en el que está inmersa la entidad.
Según los datos del representante de la Fundación, Luis Fernández, hoy se registran 200 osos en la parte occidental y 40 en la oriental.
El problema de la extinción está resuelto pero ahora aparece otro, la habituación del oso al hombre y su acercamiento a los frutales de los pueblos. Eso ha hecho que la Junta de Castilla y León, a través de la Fundación Patrimonio Natural, haya tenido que intervenir para espantar a ejemplares problemáticos de las poblaciones. Según el representante de esta Fundación, Daniel Pinto, en los últimos cuatro años, cada anualidad se han registrado cuatro intervenciones por parte de las patrullas regionales.
El territorio osero se estira y en el Bierzo aparecen ejemplares registrados en Alto Sil, donde «como mínimo tenemos a 14 hembras», dice Fernández, y también en la zona de los Ancares. Pinto y Fernández participaron en una mesa redonda en el campus de Ponferrada para hablar sobre el oso en nuestra comarca en el vigésimo cumpleaños de la Fundación Oso Pardo.
El oso ya no corre peligro de extinción pero su problema ahora es habituarse al humano
En los últimos cuatro años las patrullas han tenido que intervenir en 16 incursiones del plantígrado en los pueblos
02/03/2017
Actualizado a
10/09/2019
Lo más leído