Su funcionamiento “ha sido exitoso”, dice Cartón, tras unos meses de puesta en marcha y modificaciones. Por eso ahora asegura que no se realizarán cambios en las líneas y solo se contemplan mejoras como la compra de dos vehículos nuevos de diez metros para cubrir los recorridos más utilizados, los que van al hospital –casi un 26% del total-.
En 2023 se pretende contar con esos dos vehículos que harán que sean 10 los nuevos, ya que el año pasado se estrenaban ocho. Serán vehículos híbridos con programación para que funcione el biocombustible cuando se necesite y tendrán un coste de unos 500.000 euros. Gracias a ese biocombustible que llevan los nuevos autobuses se han reducido las emisiones de CO2 en 373 toneladas.
Otra de las mejoras que se plantean está en el servicio tecnológico que se renovará, aunque no será de inmediato, porque su coste, 300.000 euros, no lo permite en este ejercicio, explicó Cartón. También se colocarán paneles informativos en las paradas. Pero la pretensión es avanzar de la mano de las nuevas tecnologías y de la sostenibilidad, y también haciendo que el servicio sea más barato, como considera que lo es, también para el usuario al que se le ha rebajado el billete de 1,15 que costaba a 1,10 en la actualidad. Además Cartón asegura que no se recuperará la demasía, porque considera que las cuentas del SMT son favorables.
El PP dice que el SMT "no da la talla"
"Después de un año de uso, los nuevos autobuses de Ponferrada no dan la talla ni para autobús escolar de play mobil”, dice el portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, haciéndose eco, apunta, de las protestas de muchos usuarios frente a los autoaplausos del equipo de Gobierno.
Asegura que los vehículos son excesivamente pequeños “para las necesidades reales de una ciudad como Ponferrada” y son más contaminantes. “Si son más pequeños y contaminan más, es que la elección que han hecho no es la adecuada”, asegura. Asegura que los vehículos antiguos, que solo se han repintado son “más fiables y menos contaminantes” que los que se han incorporado nuevos.
Reconoce que en determinadas horas los autobuses “van absolutamente masificados, lo que no parecía muy indicado en el momento en que la pandemia aconsejaba mayores distancias sociales”. Y eso sucede por el recorte de líneas, frecuencias y paradas, que afecta sobre todo al rural.
Pero apunta que se ha incumplido un compromiso de municipalizar el servicio, que considera que deberán explicar.