Este pasado viernes 31 de enero, un pequeño grupo presentó 3135 firmas más, a las que añadir a las 485 anteriores, como protesta por el cambio de horario de los buses urbanos de Ponferrada, en representación de la ciudadanía afectada. Posteriormente, después del Pleno Municipal y en declaraciones a una TV local, el alcalde de Ponferrada, Marco Morala, afirmaba que “se seguirán guiando de las recomendaciones de los técnicos municipales”, que “no hay nadie con mayor conocimiento del cumplimiento de los tiempos como los técnicos municipales” y añadía que “es absolutamente inviable regresar a los horarios anteriores”.
Además de mostrar una absoluta mediocridad como político, Marco Morala demuestra una gran cobardía, al escudarse en los técnicos municipales y señalarles como los responsables de que el plan del servicio de buses sea el que es ahora mismo. Esos “ángeles celestiales”, los técnicos municipales, han diseñado el plan y organizado los horarios de las líneas de buses y luego el “dios” Morala y su “arcángel” Carlos Fernández, concejal de Movilidad, han decidido que así sea y dispuesto la configuración del entorno en el que tenemos que vivir.
Surge de aquí una pregunta pertinente: ¿Quiénes de esos técnicos municipales se dirigen a su lugar de trabajo en bus y quiénes en automóvil? Si no podemos saber sus nombres y apellidos, por lo menos tenemos derecho a saber cuántos van en automóvil y cuántos van en bus a su trabajo municipal.
De nuevo, “Papá Estado”, esta vez en forma de Administración Local, sabe mejor que los mismos ciudadanos lo que nos conviene y en su actitud paternalista pretende que los afectados, “pobres y humildes almas pecadoras”, nos conformemos y resignemos con los nuevos horarios de buses.
Somos los ciudadanos usuarios de los buses, además de los conductores, quienes mejor conocemos este servicio que presta el Ayuntamiento por el solo hecho de ser los usuarios y, aunque el equipo de gobierno municipal nos considere simples administrados “con pocas luces”, sabemos muy bien lo que queremos, lo que nos interesa y, sobretodo, lo que necesitamos. Y, en el caso de los buses urbanos, necesitamos más y mejor servicio.