Espinoso de Compludo estrena un espacio que ha dado en llamar Ateneo Complutum, promovido por la emprendedora, Carmen del Olmo y que pretende ser “un espacio abierto con el objetivo de llevar a cabo en un futuro proyectos culturales, asociativos, divulgativos, de debate y de encuentro como éste, siempre con el diálogo como herramienta”, presentan.
El Ateneo se estrenó con un encuentro de mujeres rurales en el que participaron la Plataforma contra las Violencias Machistas Bierzo y Laciana, con la colaboración de la asociación ADR Bierzo-Cabrera y la Asociación de Vecinos El Nogalón de Espinoso Compludo.
Tres emprendedoras ofrecieron sus historias, en un encuentro en el que, la única participación institución fue la ofrecida por el presidente del Consejo Comarcal, Olegario Ramón.
Ramón quiso recalcar el compromiso del Consejo Comarcal con este tipo de iniciativassobre emprendimiento rural. Comentó, entre otras cosas, que a través del Departamento de Formación, Empleo e Igualdad se financian y se tutorizan de principio a fin proyectos de emprendimiento, de formación o de competencias digitales. En concreto, el Consejo Comarcal ofrece el proyecto “Bitácora de Bérizum” dotado con una inversión de 285.000 euros de la ayuda del Gobierno central para fomentar la transformación territorial y la lucha contra la despoblación. Este programa permitirá la contratación de dos agentes de emprendimiento y reactivación rural y una persona de apoyo durante doce meses. Sus funciones serán la orientación para el emprendimiento rural, la formación básica y en nuevas tecnologías aplicando una perspectiva de género y medioambiental y el fomento de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los objetivos generales del proyecto, según explicó el presidente del Consejo, son reactivar social y económicamente el entorno rural.
El segundo proyecto se denomina “Comanda en ruta, un paso más” destinado a poner en valor recursos agroalimentarios de la zona y cubrir las carencias laborales en hostelería y agricultura, con la creación de nichos de actividad económica. El objetivo fundamental del programa, presupuestado en medio millón de euros, es la formación de profesionales de la hostelería en excelencia, con la creación de una Gastroescuela, y la tutorización a personas interesadas en iniciarse en la actividad agrícola a través del Agromentoring.
Del lado de las emprendedoras, contaron su historia tres de ellas. Marta Fernández habló de sus catorce años como empresaria rural. La Taberna Templaria de Espinoso, que ella regenta junto a su pareja, nació no solo para ser un negocio de hostelería, sino que se ha convertido un espacio abierto de encuentro y reunión. El trato familiar de la gente, según ella misma dijo, es uno de los motores que le anima a continuar. Recordó las circunstancias tan duras de la pandemia donde la taberna se convirtió en un lugar muy especial para charlar y aportar calor humano en un pueblo tan pequeño como Espinoso. A ese proyecto, ella y su pareja sumaron Vita, Natura et Legenda, una idea de recuperación y conservación del patrimonio de la Tebaida berciana que engloba la gestión de la Herrería de Compludo.
Claudia Rosane Gonçalves es una brasileña emprendedora afincada en Espinoso, tras una etapa pasada en Barcelona. Salió de su país en busca de un futuro diferente. De pequeña vivió en el campo, rodeada de cafetales y ganado, por lo que ya estaba familiarizada con el mundo rural. Aterrizó en el Bierzo para un mes, pero llegó la pandemia y echó raíces. En la actualidad está trabajando por concretar un proyecto de hostelería, realizando a la vez cursos especializados de formación. Le encanta la comida tradicional del Bierzo y quiere aprender más sobre los productos propios.
Liliana Gutiérrez, por su parte, es de Salas de Los Barrios, pero se crió en una aldea de Asturias. Aprendió sobre el apasionante mundo ecológico con la asociación La Olla del Bierzo. Dedicó una etapa de su vida a actividades contables, pero vio que eso no era para ella. Además, quería conciliar y tener más tiempo y decidió dio un giro en su vida.
Ahora Lili es una emprendedora que lleva adelante su “Puestín del Mercao”, un lugar diferente, donde adquirir productos ecológicos y tradicionales de origen local. Desde septiembre de 2013, acude Lili cada miércoles y sábado a su cita en el Mercado Municipal de Ponferrada, y la experiencia está resultando “muy enriquecedora”.
Las emprendedoras coincidieron en una reivindicación, la mejora de los servicios e infraestructuras en las abandonadas zonas rurales, que vienen siendo reclamadas desde hace tiempo por los ciudadanos que viven alejados de la ciudad “sin que se les tenga mucho en cuenta”, apuntan.