Se inicia la marcha por una pista ancha y con buen firme, la cual se va empinando considerablemente, durantetres kilómetros. Allí aparece la Fuente del Abedul, con tres caños y unos versos grabados. Enseguida,la cima del collado, situado a 1641 metros con unas vistas fantásticas hacia gran Campo de Santiago circundado de altas montañas, que rondan los dos mil metros.
A continuación, fuerte bajada siguiendo el ancho camino que en ocasiones presenta el suelo muy pedregoso hasta la ermitabajo la que se halla la Fuente Santiago. Una leyenda dice que habiendo bebido en ella no enfermas en el resto del año. En la campa se dirimió una gran batalla en el siglo X entre las tropas de Ramiro II de León y las huestes de Almanzor, comandadas por Martín Moro que ha pasados los siglos cubriéndose de leyendas. Actualmente el lugar transmite una inmensa sensación de paz.
La ruta sigue por una senda más estrecha entre los meandros del Río Boeza, y que dependiendo de la fecha puede ofreceralguna dificultad. Un monolito del Camino Olvidado marca ellimite de ambos valles.
A continuación se inicia el descensode seis kilómetros por una cañada, las ruinas de lo que fue el hospital deperegrinos, elbosque de tejos y acebos delPaleiro, los puentes de Salgueirón y Las Palombas y árboles que llegan a conformar túneles de sombra.
Espectacular la llegada a Colinas del Campo Martín Moro Toledano, un Conjunto Histórico de Interés Cultural, con bares, tiendas y también lugares para dormir. Allí hay que cruzar el puente romano sobre el Rio Boeza y salir Igüeña pasando por debajo de un arco que forma parte de la ermita de Santa Dorotea.
Esta parte de la ruta será también por una pista ancha y de buen firme por una zona donde el agua es protagonista, de vegetación exuberante hasta salir a la carreteraque hay que seguir hasta Igueña.
Un moderno albergue con todas las comodidades recibe al peregrino.Los últimos años, restando el último 2020, han sido de continuo crecimiento de peregrinos. «Quien hace el Camino y lo repite, suele elegir otras alternativas, como es ésta. Y merece mucho la pena», señala el alcalde de Igueña.