Fele Bierzo y Cáritas se alían para facilitar la inserción laboral de los más vulnerables

Por primera vez, la Federación de Empresarios leoneses del Bierzo y Cáritas se unen en la firma de un convenio que pretende ofrecer oportunidades de empleo a las personas vulnerables, al tiempo que se resuelve la necesidad de mano de obra que existe en algunos sectores. Según el presidente de Fele Bierzo, Javier Morán, la intención es abrir la mano del servicio de orientación laboral a las personas que seleccione Cáritas de su Plan de Empleo y así poder crear perfiles con necesidades de formación que den a luz nuevos cursos destinados a suplirlas. Los cursos se realizarán “a la carta”, apunta, para así casar oferta y demanda, en un momento en que también los empresarios necesitan mano de obra especializada en muchos casos.

Según Morán, en la actualidad son los sectores de la construcción, en todos sus vertientes y con todas las arterias que despliega y el de la hostelería, sobre todo en lo que respecta a la cocina y a la atención en sala de camareros, los que más se necesitan. Reconoce que, la mayor dificultad, no es hacer que una persona parada esté estimulada para trabajar, sino conseguir que “cambiar la formación que esas personas tienen”.

Según Cáritas, en el Bierzo, a lo largo de este año, han pasado por la institución para solicitar ayuda en la búsqueda de empleo 293 personas. El obispo de Astorga, Jesús González, apuntó que, desde el año 2014 han sido 2317 las personas formadas para poder conseguir un trabajo dentro de Cáritas y, de ellas, más de 400 han conseguido emplearse de manera efectiva. Pero reconoce que las necesidades son amplias y, desde la institución se trabaja, por un lado de manera individual con las personas que necesitan un empleo y, por otro, con la comunidad “porque si la sociedad no les acoge es difícil la integración”.

Este convenio, aplaude el obispo, abre la puerta a la colaboración institucional para formalizar la inserción “han de colaborar políticos, empresas e instituciones”, apunta, para conseguir la efectividad de sus programas de ayuda. En este sentido, ambos recogieron las inquietudes de las agrupaciones de inmigrantes, que no entran en estos planes si no están en una situación regularizada. Morán reconocía que son las propias asociaciones las que deben preocuparse de que sus miembros tengan los papeles en regla “porque para nosotros, si no están regularizados, no existen”, dijo.