Forestalia sigue confiando en que las discrepancias puedan conducirse por los cauces «más constructivos posibles», si bien apunta que estudiará y tomará «cuantas medidas sean necesarias para salvaguardar un proyecto ambicioso, sostenible y generador de desarrollo para el Bierzo». En este sentido, apuntan que no es el tiempo de hablar de posibles incursiones judiciales, aunque no descartan emplear mecanismos para aclarar «esa posición preconcebida que mantienen».
Forestalia acusa a Bierzo Aire Limpio de haber hecho «un corta y pega» con distintas cuestiones «que no tienen que ver con un proyecto limpio», con el fin de seguir manteniendo una postura contraria a este y a otros proyectos «juntan cuestiones y lo mismo parece que les sirve para una cosa que para la otra». Desde Forestalia esperan que se pueda reconducir el camino «porque solo desde el diálogo podemos hacer algo, eso, o seguir los cauces administrativos de procesos de información pública y alegaciones».
De todos modos, la empresa resta importancia a las alegaciones del colectivo «no van más allá y no están enmarcadas en la realidad», dicen, aunque sí aseguran sentirse molestos «por el interés que tienen en confundir a la opinión pública con falsedades», mezclando, dicen planteamientos anteriores «a veces obsoletos, que no sirven para una planta más avanzada» a niveles de contaminación, apuntan.
De hecho consideran que no se ha tenido en cuenta que Forestalia instalará un tamiz que recogerá el 99,65% de las partículas contaminantes. Además, lamenta que desde Bierzo Aire Limpio se hayan lanzado insinuaciones poniendo en duda la legalidad de la empresa o el aval de la Junta hacia ella, incluso pidiendo veladamente la investigación de la Fiscalía Anticorrupción.
También consideran paradójico que, mientras la empresa está tendiendo la mano para dialogar con los ecologistas «no responden a ninguna de nuestras propuestas» y solicitan, sin embargo, un debate público a la Junta «con luz y taquígrafos», para tratar el tema de la instalación de Forestalia en la zona.
Bierzo Aire Limpio ha presentado un dossier de cien páginas que quiere dar a conocer a la población berciana, en el que explica los contras de este tipo de instalaciones para la salud y el medioambiente.
El estudio, titulado‘Informe sobre el proyecto de instalación de planta de incineración de biomasa de 49,5 MWe en Cubillos del Sil’, intenta establecer los criterios por los que no acepta la colocación de la planta en el Bierzo.
Pendiente de los permisos para echarse a andar y comenzar a funcionar en dos año
A lo largo del primer trimestre del año, se marcaba como fecha de inicio de construcción de la planta de Forestalia en Cubillos el consejero delegado de la firma, Fernando Muñoz, hace unas semanas.
La empresa está a la espera de recibir todas las autorizaciones para dar inicio a las obras «y es interesante que sea cuanto antes», comentan. En este sentido, consideran que no hay razones que dilaten los procedimientos, ni siquiera las alegaciones presentadas por Aire Limpio y otros colectivos al proyecto que suman más de 500.
La construcción de la planta, que supone un coste global que ronda los 100 millones de euros, y que supone un tiempo de alrededor de dos años, permitirá contratar a 200 trabajadores para las obras, ya encargadas a la empresa Acciona. A esos trabajos se unirán los que aportará la fábrica cuando se ponga en marcha, unos 50 a los que se suman otros 300 indirectos. Pero además, asegura que su necesidad de biomasa permitirá que 500 agricultores aporten la materia prima necesaria para la central alrededor de 250.000 toneladas, el 70% de ellas procedente de la limpieza de los montes y el 30% de paja de cereal. La Junta de Castilla y León ha avalado el proyecto, que incluso ha defendido el presidente Juan Vicente Herrera en su última visita al Bierzo.