El hallazgo de una carta que relataba la importancia de la celebración de La Milagrosa en Matachana, fue el motivo por el que ahora la pedanía recupera esta tradición que estaba perdida. La carta apareció en un corral vecinal y estaba en tan mal estado que no pudo conservarse.
Pero una de las vecinas, Belén Palencia cree que el documento tendría unos 80 años y era una misiva entre dos vecinas que se explicaban que la procesión se había podido hacer pese a la nieve que había golpeado la localidad ese año. Ese fue el recuerdo inicial, pero también se pretende homenajear a dos vecinas que "dedicaron su vida a mantener vivo el legado cultural de Matachana". Solo queda una persona viva que participaba en las procesiones, Leonor. Un evento propio que desde hace 70 años no se había vuelto a hacer y que se ha recuperado hace tres años "aunque el primero no tuvo repercusión". En el segundo se fueron sumando elementos perdidos, como los arcos de yedra que portan dos mujeres acompañando a la virgen. También se han recuperado las medallas de la antigua Cofradía, al encontrar una de ellas de plata y realizar copias.
Hoy en día, la procesión, que se recupera el día 8 de diciembre a las 13:00 horas, "no solo es un acto de fe, sino un homenaje a las generaciones pasadas y un compromiso con las venideras buscando perpetuar en el tiempo el futuro de nuestras costumbres", explica Palencia. Un acontecimiento único, "que fortalece nuestra identidad y celebra la espiritualidad compartida".
La procesión del Día de la Inmaculada estaba organizada en el pasado por la Cofradía de las Hijas de María, y ahora vuelve a ocupar un lugar especial en Matachana. Esta celebración, que coincidía con el “Día de la Madre”, rendía homenaje a la Virgen de la Milagrosa, símbolo de protección y fe para los vecinos del pueblo.
Según cuentan los mayores, la imagen de la Virgen llegó al pueblo gracias a cuatro mujeres que, con devoción, la trajeron desde la estación de tren montadas en una burra hace unos 100 años. La imagen fue donada por la Señora María, benefactora del pueblo. El estandarte que acompañaba a la efigie fue financiado mediante representaciones teatrales, organizadas por las vecinas con la colaboración de Doña Pura, la maestra del pueblo por aquel entonces.
Y la tradición vuelve a hacerse sitio en el pueblo con la imagen y con el recorrido de la procesión, adornado con arcos de hiedra. El día 8, en el que se recupera ese evento, la procesión será protagonizada por mujeres vestidas con trajes tradicionales que portarán las medallas de la Cofradía de las Hijas de María. Este acto, que combina solemnidad y belleza, rememora las costumbres de antaño y revive el sentimiento de comunidad que caracteriza a Matachana.
Tras la misa, tendrá lugar un emotivo momento: la ofrenda de un ramo a la Virgen y se cantarán unas coplas tradicionales así como algunas de composición propia "cada año se hacen versos nuevos", relata. Estas piezas, inspiradas en historias y leyendas vinculadas a la tradición de la Virgen de la Milagrosa, serán interpretadas en agradecimiento por su protección y como muestra de devoción del pueblo.