El histórico hotel Miralrío de Cacabelos reabre sus puertas tras medio siglo cerrado

Tiene 12 habitaciones, comedor y sala de desayunos, aunque de momento se activa con la terraza y bar

02/08/2024
 Actualizado a 02/08/2024
El Hotel, a los pies del río Cúa, vuelve a la vida. | C.F.
El Hotel, a los pies del río Cúa, vuelve a la vida. | C.F.

El histórico hotel Miralrío, ubicado en la avenida Galicia, 38 de Cacabelos, abrirá las puertas de su terraza y de su bar este viernes 2 de agosto a partir de las 19.00 horas y hasta cierre.

El hotel, que lleva más de 50 años cerrado, cobra vida y lo hace con un fin de semana marcado por su inauguración. En ella habrá un dos por uno en consumiciones y degustación de pinchos gratuita.

Además, el sábado 3 de agosto, continuará la celebración de su apertura con una paellada en la hora del vermut, a partir de las 12.30.

El horario habitual del bar será de 10.00 a cierre y a partir del martes  6 de agosto anunciarán su carta de tapas para todo el que quiera comer. Este lunes 5 de agosto permanecerá cerrado pero a partir del martes no cesará su actividad.

El hotel, que tiene 12 habitaciones, comedor y sala de desayunos tardará un poco más en ver la luz pero sus dueños, Mónica y Román, ya trabajan en que pueda ser una realidad para turistas y bercianos, muy pronto.

El hotel Miralrío fue fundado por el cacabelense Ángel en los años 50, en un tiempo en el que la nacional VI pasaba por este punto y en el que cientos de viajeros hacían una parada en este alojamiento.

Así, se hospedaron en él grandes leyendas del deporte y la cultura como Remallets, portero del Barcelona o Juanito Vázquez, exjugador del Atlético de Madrid y entrenador en aquel momento del Racing de Ferrol. Además, este último reconocido personaje era el abuelo del presentador de televisión Jesús Vázquez y los vecinos de Cacabelos cuentan que tuvieron que constatar la muerte de Vázquez en este establecimiento para poder llevarlo a su ciudad natal.

Ángel, que trabajaba el negocio con su mujer y sus hijas, fue un visionario e intentó crear los bailes de salón que en aquel momento triunfaban en Madrid pero no prosperó y el proyecto fracasó. Cincuenta años después, Mónica y Román vuelven a darle vida a uno de los edificios más icónicos de Cacabelos.

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