Juguetes solidarios para olvidar la crisis

Álex Vázquez recoge en su tienda, Mamba Shop, donaciones de comida y juguetes para ayudar a las familias con menos recursos

N. González
30/12/2014
 Actualizado a 08/09/2019
Los jugadores de la Ponferradina, Alan Baró y Acorán Barrera, junto a algunas donaciones, en Mamba Shop.
Los jugadores de la Ponferradina, Alan Baró y Acorán Barrera, junto a algunas donaciones, en Mamba Shop.
«La verdad es que a veces es alucinante lo que ayuda la gente. Han llegado donaciones de gente de aquí que está en Brasil, en Inglaterra, en Marruecos y que envía dinero u otras cosas para la gente que lo necesita». Álex Vázquez, propietario de la tienda Mamba Shop, en Ponferrada, explica así cómo se ha ido creando en su negocio un punto de recogida solidario de una forma casi espontánea y sobre todo con el apoyo de las redes sociales.

Vázquez ha recopilado estas fiestas unos 4.000 kilos de alimentos que unos doscientos clientes, así como amigos y conocidos han ido llevando a su tienda. La mayoría, personas anónimas, pero también hay rostros conocidos, como los jugadores de la Ponferradina Alan Baró y Acorán Barrera. La mayoría de ellos los ha repartido antes del pasado día de Navidad. «Yo cojo mi propio coche y voy a repartir por ahí, a algunos pueblos. Son gente que sabemos que lo necesita y que conocemos y también personas que nos llegan a través de varias asociaciones».


Una de las oenegés con las que colabora es Gente Solidaria, a la que entregará en los próximos días otro de los artículos que constituye el grueso de las donaciones: los juguetes.

El colectivo está recogiendo juguetes para los niños de familias con menos recursos y se los entregará en una especie de acto de Reyes solidario.

«La gente dona porque sabe que llega a las personas que lo necesitan y esto se transmite de una persona a otra», añade Vázquez. Desde peluches a cocinas de juguete, de bicicletas y patinetes a juegos de mesa, estos días la tienda de Álex está repleta de artículos que serán entregados en los próximos días para que la ilusión llegue hasta el último rincón de la comarca berciana.«Creo que en el Bierzo somos solidarios y eso que la cosa no está nada bien, está muy mal. Los pequeños comercios lo vemos todos los días, pero todos podemos aportar algo para mejorar las cosas», apunta.
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