En ese sentido, Ibáñez aseguró que el Gobierno autonómico seguirá el “cauce ordinario” con la decisión de esta población berciana de iniciar el procedimiento para pasar a depender de la Xunta de Galicia. El consejero indicó que han sido “proactivos” y que han remitido escritos a las entidades afectadas.
Asimismo, el titular de la Presidencia afirmó que al parecer el “desapego” con la Comunidad viene motivado por la demanda de infraestructuras que dependen de la Diputación Provincial de León. Por ello, indicó que están a la espera de recibir contestación para, a partir de ahí, “operar en consecuencia” de acuerdo a la ley, más allá de la “simpatía” que pueda despertar en Galicia la decisión de la población berciana.
Pero lo cierto es que no es sólo una reclamación de infraestructuras provinciales las que han provocado esa petición, como indica el consejero. Los vecinos apelan al sentir identitario histórico y vínculo social, cultural o lingüístico más próximo a la zona ancaresa de Galicia, que a León o a Castilla y León. De hecho, los vecinos han apelado a servicios tanto competencia de la Diputación, como pueda ser la carretera de acceso, pero también a cuestiones como atención sanitaria, conectividad, territoriales o desarrollo rural, propios de la administración regional, en los que el consejero no se dio por aludido.
Feijóo hablará con Mañueco
Por su parte, desde Galicia, el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, en una entrevista con el periódico La Voz de Galicia, reconoció que ve la propuesta de Fuente de Oliva la ve con «simpatía» y declaró que estos vecinos «si quieren ser gallegos, pueden serlo, ya tienen parte del camino andado», ya que existen esas zonas limítrofes a pesar de sus evidentes afinidades, por una cuestión administrativa no forman parte de su comunidad.
Feijóo dijo que si la propuesta persiste, hablará con el presidente Mañueco y «si a ellos les parece bien, buscar alguna solución» al asunto