La Junta aprueba el estudio de impacto ambiental del macroparque de Cacabelos

El Consejo de Medio Ambiente, Urbanismo y Ordenación del Territorio, en su reunión celebrada este miércoles 24 de mayo en Valladolid, aprobó el informe de impacto ambiental del macroparque fotovoltaico promovido por Cacabelos Solar, S.L. que afecta a los municipios de Cacabelos, Camponaraya y Arganza, en la comarca del Bierzo.

La mayoría de la Junta en el órgano colegiado permitió que se aprobase con 15 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones. Asaja, que se posicionó en contra, ya había mostrado su oposición al proyecto y había presentado alegaciones al mismo, pues estaba en contra de que la tierra agrícola se destine a la instalación de plantas fotovoltaicas. Así, recuerda que "tanto en el Bierzo como en la provincia de León, las autorizaciones administrativas para este tipo de energías suponen ya una producción eléctrica muy superior al consumo", por lo que insta a los promotores a que lleven estos proyectos a las áreas de demanda.

Asimismo, Asaja recordó el carácter especial de este proyecto, desde el punto de vista agrícola, ya que afecta a superficies de regadío vinculadas al Canal Alto del Bierzo, y además supone, casi en toda su integridad, en sus 66 hectáreas, "arrancar cultivos leñosos permanentes, de viñedo y frutales, sujetos a figuras de calidad". Una de las fincas afectadas, comenta Asaja, "es probablemente la viña de mayores dimensiones de la comarca, una viña que se plantó en su día con fondos de la Unión Europea".

Por ello, lamenta "que la Junta haya puesto de nuevo los intereses de los fondos de inversión y de las empresas eléctricas por delante de los intereses del campo, y lamenta que en la comarca del Bierzo no se hayan opuesto los empresarios, ni los sindicatos de clase, ni la organización agraria Ugal-ABA, ni las figuras de calidad de la comarca, ni la Diputación Provincial, ni el Consejo Comarcal, ni los partidos políticos, y mucho menos los alcaldes de los municipios afectados, encantados estos últimos de que les pasen la mano por el hombro".

Asaja sigue pensando que el proyecto "supone un impacto social y medioambiental que ha de estar por encima de los intereses económicos de promotor, y por encima de los intereses de los políticos", por lo que seguirá oponiéndose en todas las estancia posibles para evitar que se otorgue la licencia de actividad.