La miel de Almagarinos como fórmula para luchar contra la España Vaciada

La pedanía de Igüeña ha iniciado la colocación de colmenas en terrenos comunales destinadas a la explotación por parte de jóvenes parejas que quieran quedarse

Mar Iglesias
09/05/2021
 Actualizado a 09/05/2021
Trabajo en las colmenas actualmente activas en Almagarinos. | L.N.C.
Trabajo en las colmenas actualmente activas en Almagarinos. | L.N.C.
De mil a 24 vecinos. Esos son los pasos que ha dado Almagarinos, en el corazón minero de Igüeña, al verse envolver por el olvido del carbón. Un ejemplo de la España Vaciada que quiere sacar la cabeza cambiando de color. El tránsito del negro al verde es la pretensión de los que ahora buscar esquivar el último aliento que le quedan a estas zonas.

En esa lucha, el pedáneo de la localidad de Almagarinos, José María Muíña quiso encontrar la clave para atraer población. Había dos vecinos jóvenes que querían trabajar y las abejas fueron esa tecla que tocar. «La intención es continuar para que, en cuatro o cinco años, vengan jóvenes con hijos a los que se les pueda dar trabajo desde las colmenas», explica, y también ofrecerles vivienda para completar el círculo.

La idea es ir incorporando cada año a una familia mínimo para pasar de esos dos jóvenes actuales a las seis y comenzar a volver a ver a niños jugando por sus calles «queremos que sean parejas las que lleguen y que tengan tres o cuatro hijos con el fin de que, en ese tiempo, se pueda recuperar la escuela». En la actualidad, la pedanía berciana no tiene ningún niño y eso hace que sea difícil ver futuro para ella.

«En 10 años hemos perdido el 50% de la población», explica Muíña. Esa alarma fue la que le puso sobre la pista de buscar una solución. En los años 60 recuerda que llegaron a haber mil vecinos, hoy a diario son 24. Las colmenas pueden ser las que resuelvan los números, siempre una cuenta difícil de hacer. Se han comenzado a colocar en los terrenos de la junta vecinal, aprovechando su riqueza natural «tenemos de brezo, de castaño y de bosque», y eso dará a luz a tres tipos de miel, que por el momento son dos, en brezo y en bosque.

Cuentan con 200 enjambres y, con la ayuda del Ayuntamiento de Igüeña y la Uned, la junta vecinal quiere articular una Fundación desde la que seguir adelante con el proyecto y poder comercializar el producto, además de acceder a ayudas, aunque por el momento el proyecto ha avanzado por sí solo, sin ningún apoyo económico externo. Su primera producción ha sido de 800 kilos pero Muíña espera que este se puedan alcanzar los 4.000.

Primeros pasos, primeros premios

En sus primeras incursiones en concursos, la miel que lleva el nombre de El Sardonal no ha dejado a nadie indiferente. En la 13 edición del Concurso Internacional Biolmiel 2020 en Italia recibió la medalla de plata en la especialidad de miel de bosque.

La Asociación Española de Apicultores también otorgó el primer premio en el VII Concurso Nacional de Ideas Apícolas, entre otros. Y la idea productiva no ha hecho más que empezar, tal vez se lleve los mismos premios si consigue la repoblación que busca.
Archivado en
Lo más leído