El famoso ingeniero de la MSP estuvo en el centro de las grandes transformaciones que se vivieron en ambas comarcas desde los años 20 del siglo pasado hasta mediados de los 80. Ahora, el escritor e investigador Víctor del Reguero ha publicado un libro titulado Las gafas del Belga, en el que, con él como personaje principal, se recorre la historia de las explotaciones carboníferas en las cuencas berciana y lacianiega.
El libro incluye también muchas imágenes inéditas que se han rescatado de la escasa información documental disponible y, sobre todo, de la hija del ingeniero, Pilar, cuya madre fue la lacianiega Pilar García, hermana de su amigo José, al que había conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid durante los años en los que ésta alojaba a jóvenes que después serían tan conocidos como Lorca, Luis Buñuel o Dalí.
«Era un hombre hecho a sí mismo, que se había exiliado por la I Guerra Mundial y vivía en París, aunque había nacido en Bruselas. Llegará a España para trabajar en las minas de El Centenillo (Jaén) y mientras se titulaba en Ingeniería de Minas coincide con un lacianiego, José, en la Residencia de Estudiantes, y viene a trabajar a Laciana», explica Del Reguero.
El libro ha sido editado por Xeitu con la colaboración del Consejo Comarcal, el Museo de la Siderurgia y la Minería, Monteleón y Cementos Cosmos, y sirve además para conocer el funcionamiento aquellos edificios e instalaciones industriales del Bierzo y Laciana para los que ahora se pide una mayor atención. «Habría que rehabilitar esos edificios de arqueología industrial que nos hablan de un sector cuyo futuro se reflejó en las gafas del Belga», añadía, durante la presentación del libro, el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel, para demandar de las administraciones más apoyo para la recuperación de estas instalaciones.
Del Reguero también reclamó la creación de un archivo en el que se puedan consultar documentos sobre la minería y la industria en el Bierzo y Laciana, ante la dificultad de encontrar fuentes documentales a disposición pública.
Reivindicó además la figura de ‘El Belga’ no sólo como uno de los artífices del desarrollo económico de ambas comarcas, sino también como «un hombre de principios que siempre respondía ante su conciencia». «Como en el caso de la pelea que tuvo con los patronos vascos para conseguirles a los mineros unas retribuciones más justas».