Ambos capiteles se encuentran a unos 18 metros de altura, en la torre de la iglesia del Monasterio de montes y eso dificultaba poder estudiarlos. Dentro de las campañas de excavación, que tuvieron que suspenderse durante la pandemia, se decidió procesarlos en 3 D para exponerlos dentro de la iglesia y así darlos a conocer. Son piezas que pesan 70 y 50 kilos, mientras que las reproducciones exactas, se quedan en 7 y 5 kilos, un 10% de su peso, lo que las hace más manejables, pero, sobre todo, las preserva de su pérdida "las tenemos en un archivo digitalizado y podríamos hacer miles de copias", explica el arqueólogo, Marcos Onésimo.
Este primer paso tendrá continuidad en un proyecto más amplio que es digitalizar todas las piedras del Monasterio, cuna del monacato español, para preservarlo también, una intención que se acelera con la reflexión de la pérdida del patrimonio que suponen guerras como la de Ucrania.
El acercamiento a los capiteles ha conseguido ofrecer información importante. Uno de ellos es de estilo asturiano "idéntico al de San Julián de los Prados", explica Martínez y el otro aún podría ser más antiguo, entrando en el siglo VI, puesto que tiene una iconografía eclesiástica de las más antiguas y única -dos palomas con una rama de olivo-.
A lo largo de siete y cinco días, una máquina de impresión estuvo tallando las piezas que después se lijaron y pasaron a procesarse con una pátina para darle el mismo aspecto que las originales. Unos trabajos que se han incluido en el presupuesto anual que la Concejalía de Medio Rural del Ayuntamiento de Ponferrada tiene para estos trabajos, de 17.000 euros, aunque en ese importe se recogen muchas más actuaciones, asegura el concejal de Área, Iván Alonso.
Lo que dicen los dientes de los monjes
Son dos capiteles que "nos acercan más a los orígenes de la Tebaida", una investigación en la que llevan cuatro años inmersos y que tiene varias vertientes. Otra son los estudios de isótopos de estroncio que se están realizando desde la Universidad Complutense sobre los dientes de los cuerpos hallados en las tumbas del interior de la iglesia, para definir la movilidad de los monjes. A ellos se suman, según explica Onésimo, un estudio del genoma de cada individuo en Estocolmo, con cuyos datos se podría conocer "qué comían y su movilidad" y que podrían ofrecer resultados en el próximo otoño.
Futuro museo en Montes
Los capiteles se presentarán para engordar la visita al Monasterio "porque hay más gente que va a Peñalba que a Montes aún, pese a que tiene más que ofrecer", explica el rector de la Basílica de la Encina y director de la Fundación Hospital de la Reina, Antolín de Cela. Tiene "todos los elementos de la arquitectura española" en sus diversas fases, eso es lo que le enriquece, además de testimoniar el inicio del monacato. Pero De Cela considera que es un paso para solicitar la restauración del interior de la iglesia que está en una mala situación "las pinturas están a punto de perderse, los retablos tienen problemas de mantenimiento". Es una solicitud que asegura que ya formuló a la Junta de Castilla y León y que vuelve a recordar, puesto que su intención es llegar a poder crear un museo en ese Monasterio "hay campanas y piezas de interés que se podrían exponer", apunta.