Ese reparto se inicia en Médulas y acaba en Villafranca, donde, a lo largo de tres días, se tuvieron que repartir litros de agua embotellada, puesto que los análisis en grifo denotaron contaminación por el arrastre de los restos de los incendios a la captación.
La situación vuelve a la normalidad en ese municipio, ahora. Y lo hace con la llegada de lluvias, justo en el inicio de la vendimia y de la recogida de pera conferencia. De hecho Villafranca y Cacabelos, que habían librado del pedrisco que golpeó al Bierzo en los últimos días, iniciaron la vendimia en la fecha en la que se hacía oficialmente, este fin de semana.
Pero, el presidente de la D.O. Bierzo, Adelino Pérez asegura que ha comenzado "casi de forma anecdótica", puesto que muchas bodegas han decidido esperar a los primeros días de septiembre para dejar que la uva seque. Solo dos o tres bodegas "que cuentan con viñedo viejo y uva blanca" han comenzado la recolecta. El resto ahora mira al cielo y lo hace aplaudiendo las lluvias que han caído en las últimas horas "nos viene fenomenal, nos permitirá que tengamos buen rendimiento", explica Pérez. Pero sía segura que las lluvias harán que se retrase la recogida, para permitir que la uva recoja el agua.
En lo que respecta a la recogida de pera conferencia, también ha comenzado esta semana con la duda sobre la cantidad concreta a recoger, aunque se espera alcanzar los 12 millones, una cifra algo por debajo a una cosecha normal y parecida a la del año pasado. Este año, la campaña se augura más dura, puesto que los temporeros tendrán que seleccionar el fruto, dañado por el pedrisco de la pasada semana.
No se descarta que Ponferrada sufra cortes de agua si continúa la sequía
El concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Ponferrada, Pedro Fernández, asegura que la sequía está llegando a incluir al municipio en un estado de prealerta. Ya quedan pocos pueblos del municipio que no tengan que recibir cisternas de agua para mantener los consumos, como ha pasado a lo largo de los últimos meses en los que las olas de calor han sido intensas y la falta de precipitaciones, una tónica.
Y la situación se sigue agravando por la falta de lluvias “el pantano de Bárcena sigue bajando y el Oza tiene un caudal mínimo y es muy poco lo que se puede derivar a la planta de San Clemente”. Precisamente la lluvia ha llegado de manera serena y con la satisfacción de los agricultores que la esperaban como si fuera mayo, pero en agosto.
“Tenemos que estar preparados”, apunta el concejal, para sufrir posibles restricciones de suministro “si en septiembre sigue así, no se descarta que pudieran darse”, apunta. De suceder, asegura que lo primero que se haría sería recortar el agua para las limpiezas de calle y después para el riego de zonas ajardinadas “aún no hemos llegado a ello”, tranquiliza. Solo después se plantearían otras medidas que ya podrían afectar a los hogares, pero no es el momento, dice.