"La soledad de la alcaldesa le está pasando factura"

Satisfecha de lo aportado en el Instituto Municipal de Formación yEmpleo,Imfe, Rosa Luna deja su cargo por cese. La regidora decidió relegarla del mismo por no apoyar los presupuestos presentados por el partido gobernante. Ahora, como concejala de Ciudadanos, quiere seguir luchando con la misma fuerza que le llevó a presentarse a la Alcaldía.

– Entra en el Imfe después de un pacto de investidura con el PP. ¿Era su objetivo encabezar este instituto ?
– Nuestro objetivo cuando llegamos a las instituciones en 2015 era el de ser útiles a los vecinos de Ponferrada. El Imfe fue un instrumento en el que creímos que podíamos aportar nuestra experiencia y apuesta por la modernidad sin la injerencia de la alcaldesa. Por eso, cuando nos ofrecieron la Presidencia de este órgano, nos pareció una buena oportunidad. Esa labor, debo recordar, no estuvo ni está remunerada. Los propios estatutos del Imfe lo dictaminan. Pero entregué todo mi tiempo y mis desvelos para recuperar la actividad de este órgano. El Imfe no era ningún caramelo, porque había que echar muchas horas y trabajo para conseguir resultados. Y creo que lo hemos conseguido. Así lo han reconocido incluso la propia alcaldesa y la que ahora es nueva presidenta. El Imfe ha pasado de tener unos 150 alumnos en 2015 a los 870 del año pasado y la inversión en formación se ha triplicado gracias a los convenios de colaboración externos.

– ¿Cómo lo encontró a su llegada?
–Me encontré un órgano paralizado, falto de independencia, modernidad y ambición, en el que el equipo técnico tenía un montón de buenas ideas que dormían en cajones. Me puse a trabajar con ellos sobre esas ideas, codo con codo, para echarlas a andar, porque algunas tenían mucho potencial.

– ¿Considera que es un órgano fundamental para el municipio?
– Es el mejor órgano para tomar el pulso social del municipio y no se le había prestado la suficiente atención. Es formación y empleo y le llegan todas las preocupaciones de la población en estas materias directamente. Sólo tenemos que saber escuchar y yo creo que ese ha sido el elemento que ha permitido renovar las programaciones formativas del Imfe y que hayan tenido un enorme éxito. Este instituto debe ser el órgano más cercano a los ciudadanos y eso no se consigue encerrándose en un despacho, sino abriendo las puertas. Mi despacho siempre estuvo abierto. Lo que esta legislatura nos ha demostrado es que no es suficiente con influir y tratar de mover a quienes quieren que nada cambie. Por eso, nos presentaremos en 2019 con un proyecto ganador y de Gobierno para modernizar Ponferrada ante el inmovilismo del PP y la resignación del PSOE.

–El Imfe lleva también el vivero de empresas Plaza Gourmet. ¿Considera que ha sido un proyecto exitoso?
–Tengo una pequeña espinita clavada con Plaza Gourmet. Y es que ha sido muy complicado darle el giro que verdaderamente necesita. Debería ser una plataforma de lanzamiento para nuevas empresas, no un lugar en el que quedarse sine die, porque no se concibió para eso y no es justo para los nuevos emprendedores que quieren instalarse allí. Sin embargo, no cuenta con una normativa clara. Intenté muchas veces modificar esta situación, pero me fue imposible, porque dependía de otros departamentos del Ayuntamiento. Estoy, sin embargo, orgullosa de que durante mi presidencia hayan salido dos emprendedores fuera de este paraguas protector.

– ¿Cómo ha vivido las críticas de la regidora tras cesarla de su puesto?
–La alcaldesa del PP se ha quedado sola. Su incapacidad para aprobar los presupuestos, su vinculación a una presunta trama de corrupción, las dimisiones y disensiones que han sucedido y suceden dentro de su propio equipo de gobierno, sus reacciones infantiles… Creo que los vecinos de Ponferrada rechazan esas actitudes y premiarán en 2019 el trabajo serio y responsable que hemos hecho desde Ciudadanos.Entiendo que la soledad de la alcaldesa le está pasando factura. Ha dejado de actuar como alcaldesa de los ponferradinos y se ha encerrado en su despacho para no escuchar a nadie. Quien no ha sabido sacar adelante los presupuestos ha sido ella, está dando palos de ciego para intentar defenderse y, ante esta situación, sus críticas han traspasado los niveles políticos. En el despacho de Alcaldía debería haber más humildad, más reflexión y más servicio público.

– ¿Cómo fue su cese y cómo funcionó el pacto de investidura, aún activo?
– Es difícil cambiar a quien no quiere que nada cambie. El PP es conservador e inmovilista por naturaleza y eso lo hemos pagado los ponferradinos. Y a eso se suma un PSOE que se ha resignado a ser un instrumento inútil para el cambio. A los viejos partidos les pesa demasiado la mochila. Mi cese fue una decisión de la alcaldesa apoyada por algunos miembros del equipo de gobierno y cogobierno que respeto. Sin embargo, deberían haber pensado en los proyectos que estaban pendientes.Lo que ocurra será responsabilidad de quien interrumpió esa labor que se estaba haciendo. Nosotros estaremos vigilantes para reclamar que no se pierdan.

– ¿Le gustaría volver a optar a la Alcaldía?
– En Ciudadanos no estamos en el momento de hablar de candidaturas. Los vecinos nos eligieron para hacer un trabajo durante cuatro años y no entenderíamos hacerlo durante tres y pasarnos el último año de campaña. De momento estoy centrada en seguir sirviendo a nuestros jefes, los vecinos de Ponferrada.

– Queda un año con el PP a la cabeza, ¿cómo espera vivirlo?
– Es difícil que la alcaldesa pueda aportar algo más a los vecinos, porque está sola, bajo la sospecha de la corrupción, sin apoyos y sin presupuestos… Agotaremos todos los esfuerzos para tratar de arrancar más mejoras para los vecinos. Trabajaremos en esa línea hasta el último día de la legislatura.