La uva berciana remonta y la producción se incrementa en un 26%

La uva berciana remonta notablemente tras la sequía y las heladas de 2017, que diezmaron laproducción. La campaña de 2018 ha visto un incremento, con respecto al año pasado, de un 25,95%. La cosecha de uva controlada por el Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo se ha elevado hasta los 11.275.190 kilogramos.

Según el Consejo Regulador, los vinos de esta campaña van a tener un grado alcohólico menor y serán más frescos y más atlánticos que en la anterior, debido al verano fresco y húmedo registrado. La uva ha presentado unos parámetros de pH y acidez muy buenos que favorecerán la calidad de los vinos y su carácter varietal. El96,98 % (10.934.625 kg) de la producción se ha destinado a la elaboración de vinos con Denominación de Origen Bierzo.

La vendimia, que empezó el7 de septiembre y se dio por concluida el 20 de octubre, recogió más de 8,9 millones de kilos de mencía y 1.048.304 kilos de godello, las dos especies que le dan marca. Le sigue el Jerez, con 788.821 kilos, Doña Blanca con 218.329 y la Garnacha con 186.089 kilos. La DO cuenta con 2.862,9071 hectáreas inscritas y 2.092 viticultores controlados. En total, 69 instalaciones de las 77 inscritas elaboraron vinos.

La vendimia “se ha desarrollado lentamente”, explican en el Consejo y las condiciones climatológicas durante la campaña fueron “muy buenas, por lo que se ha ido vendimiando a medida que la uva iba madurando”. Las condiciones de entrada de uva en bodega han sido “excepcionales”, según el departamento técnico del Consejo Regulador.

La brotación del viñedo tuvo lugar entre la primera y segunda semana del mes de abril, dentro de los parámetros considerados normales, pese a las heladas de la anterior campaña.

La floración se inició a mediados del mes de junio con un cuajado heterogéneo debido a las precipitaciones caídas durante ese mes.

En cuanto a la climatología, este año se ha caracterizado sobre todo por las precipitaciones que tuvieron lugar durante la primavera y sobre todo durante los meses de junio (100 l/m2) y julio (40 l/m2).

Hubo pequeños problemas por las temperaturas suaves del verano, que provocaron el desarrollo de Mildiu yBlack Rot, que afectaron a la cosecha, pese a ser tratados. Las variedades más afectadas fueron Jerez y Palomino, y fundamentalmente en el viñedo viejo, debido a la dificultad para la realización de los tratamientos fitosanitarios en el mismo.