Las lanzaderas Ponferrada-León hacia el AVE que prometió Merayo cuestan 18.000€ al mes y no tienen casi uso

 La consecuencia de la promesa electoralde los trenes lanzadera de Ponferrada hacia el AVE León-Madrid, que hizo en la pasada campaña la actual alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo -entonces candidata del PP- está costando al mes 18.000 euros a las arcas públicas.

Pero no sólo a los ponferradinos, sino al erario regional, ya que la Consejería de Fomento carga con el sobrecoste del servicio, que no se realiza ni siquiera en tren, sino en autobús y que no convence, ya que a penas ha tenido demanda desde que se pusiera en funcionamiento el pasado mes de diciembre.

La cifra del gasto la ofreció este sábado en visita al Bierzo el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez Quiñones. Y es que la Consejería ha tomado la decisión de prorrogar un mes más el servicio independientemente de la escasa demanda de usuarios que, según el propio consejero, no supera la ratio de un viajero por trayecto.

Quiñones apuntó en declaraciones a la prensa que, pese a estas cifras «creo, creemos que la conexión con autobús directo de estación a estación, específico al AVE, es una buena oportunidad de conexión que sin embargo está teniendo poco uso», reconoció. «No sabemos si es que probablemente no es necesario o si no ha llegado al conocimiento de bercianos y ponferradinos».

Es por ello que a lo largo de este mes de abril, al que se ha decidido prorrogar el servicio, se hará «especial actividad de promoción y conocimiento» y se bajarán los precios de los billetes sobre un 30%, lo cual lo dejará en una tarifa cercano a los diez euros.

El consejero indicó que «va a asumir la Junta la diferencia del importe y si dentro de un mes seguimos con los ratios que no llegan ni a un viajero por cada expedición, francamente habrá que dejarlo».

Los billetes, que Renfe había dejado de vender desde fecha uno de abril, se han vuelto a ofertar y «esperamos que permita su continuidad un número razonable de personas porque si no los recursos públicos no pueden estara un servicio tan deficitario».Y aunque entiende Suárez- Quiñones que no debe mirarse sólo la rentabilidad económica, sino también social y medio ambiental, sí « tiene que haber una mínima aceptación, un número de viajeros razonable para aceptar ese gasto público».

Merayo hizo su promesa sobre las lanzaderas como intento de golpe de efecto en materia de infraestructuras en plena campaña. El 21 de mayo de 2015 anunció, con una convocatoria a los medios sobre las vías del tren,que el ramal del AVE que unirá el Bierzo con la capital de la provincia se realizaría mediante tres trenes lanzadera con trayectos diarios de «aproximadamente de una hora de duración». Un proyecto que en su día catalogó como «muy importante para el desarrollo del turismo, de la economía y para el fomento del empleo», señalando que las negociaciones iban a buen ritmo y que el Gobierno está valorando su implantación.

Diez meses después no hay ningún tren lanzadera ni noticias del Ministerio al respecto. Fue la Consejería de Fomento de la Junta quien recogió el guante y decidió colocar como lanzadera dos autobuses, uno por la mañana y otro por la tarde hacia los trenes AVE de León. Este servicio sirvió para paliar en parte el ostentoso anuncio de Merayo, aunque sin los frutos deseados.

Y es que, la cuenta gruesa (con 18.000 euros entre los 30 días del mes y entre cuatro viajeros, uno por cada viaje de ida y vuelta que tiene el servicio), el billete sale a un precio cercano a los 150 euros, de los que el usuario paga una tarifa de menos de 20 y el resto está costeado por dinero público.