En octubre fueron las pintadas en la apertura de la cueva de la Mora hacia el río Sil, en la vertiente por la que el castillo se asoma al río Sil. Unas letras anaranjadas sobre la piedra medieval alertaron sobre los actos vandálicos en el emblema de la ciudad y patrimonio histórico.
En ese momento, la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo pidió que se comprobaran los daños y se buscaran a los culpables, pesquisas que no han dado sus frutos por el momento, aunque sí se ha reparado el muro del impacto visual que generaba la pintada. Gancedo opina que son actos de los que tampoco se debe dar «demasiada difusión, para no dar ideas» a los vándalos. Cuatro meses después de la primera pintada aparecía arrancado uno de los asientos de madera del mirador en la misma zona, algo que ha pasado desapercibido y, aunque Gancedo dice que le preocupa, mantiene que no existe una manera efectiva de atajarlo «solo la vigilancia, advertir y tal vez las cámaras».
Ni siquiera han podido controlar que las pintadas se efectúen también en los sistemas de apoyo de los focos que dan luz por las noches a la fortaleza.El arco en el foso del castillo cuenta con una estructura metálica de anclaje que lo soporta de modo temporal, aunque no hay fecha para recuperar el estado inicial del que parte, solucionando los posibles problemas de derrumbe. Mientras no se consigue poner coto a estos actos vandálicos si se le da más servicios al castillo como ágapes de grandes marcas vinícolas o la cena templaria. También la muestra Templum Libri que sigue siendo un referente dentro de la fortaleza.
La Sala Noruega, este año
Hace unos meses el Ayuntamiento sacaba a licitación el contrato de suministro, equipamiento y mobiliario para la puesta en marcha de una cafetería en el interior del castillo. El importe por el que se sacaba a concurso era de 42.335,48 euros.
Finalmente, según la propia Gancedo, se sacó el mobiliario y el equipamiento de forma separada y este segundo ya ha sido adjudicado. Eso podría hacer que el castillo tenga más actividad, algo que busca de cara al año próximo, en el que espera poner en marcha talleres infantiles en su interior «hay que ampliar lo que tenemos, porque el castillo es un proyecto de futuro», apunta.
También anuncia la concejala que este mismo año se abrirá la Sala Noruega anunciada en la fortaleza y se seguirá aumentando la promoción de una fortaleza que cada año va marcando récord de visitantes.