Las visitas al Pozo Julia con mascarilla, como los mineros

Las fases de desescalada permiten reabrir la actividad museística y de visitas turísticas con aforos limitados y medidas de seguridad. Y el Ayuntamiento de Fabero quiere volver a una normalidad segura lo antes posible. Así pues, este martes día 26 de mayo se reanudarán las visitas a las instalaciones mineras del Pozo Julia, así como a La Escuela del Ayer, el espacio que recrea  una antigua escuela, y el Aula Paleobotánica, dedica a fósiles del carbonífero.

El Ayuntamiento de Fabero recuerda que las visitas deben realizarse en grupos reducidos de 10 personas, con cita previa y los visitantes deben seguir las recomendaciones en el uso de mascarilla y distancia de seguridad. Se retoman las dos visitas guiadas diarias que venían realizándose en los últimos meses, una a las 11:3o horas por la mañana y otra a las 16:30 horas por la tarde. Los interesados en  descubrir o recordar el trabajo en las minas de carbón en la cuenca de Fabero, pueden solicitar su visita en los teléfonos 987 55 02 11  y 671 028 841.

La alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez, explicó que "vamos a cumplir a rajatabla toda las medidas que piden del Ministerio. Seguro que la gente tiene ganas de salir, pero hace falta hacerlo muy concienciados, y cuando asó sea, aquí estamos, esperando con los brazos abiertos".

Lo único que no estará disponible en la visita será la recreación virtual de la jaula, que simulaba la bajada a la mina por el pozo vertical, ya que las medidas marcan que sólo podrían entrar a la vez tres  o cuatro personas y habría que desinfectarlo cada vez que salieran, por lo que no resultaría operativo, " se pierden esa parte, pero no pasa nada, el Pozo Julia tiene muchas más cosas que ver y creo que va a ser una visita única, aún con mascarillas", apunta la alcaldesa. Y es que, explica cómo estos días, muchos mineros y colaboradores en las instalaciones le han comenado que "¿por qué se quejará la gente de llevar mascarilla?,  una hora y paseando, si nosotros las teníamos que llevar ocho horas, bajo tierra, con el calor, la humedad, trabajando.... ".

"Eso también hace ver a la gente cómo eran las condiciones en las que trabajaban los mineros, que sabían que tenían que protegerse cada día de respirar ese polvo del carbón".