Este lunes ya ha llegado a Arganza para instalarse en la localidad la familia ucraniana con tres hijos, trasladada desde Valencia, que quiere crecer en el Bierzo gracias al proyecto que la Dirección General de la Vivienda en Castilla y León y la Diócesis de Astorga mantienen para utilizar viviendas deshabitadas de propiedad eclesiástica mediante el ofrecimiento de alquileres sociales a los más vulnerables.
La iniciativa comenzó con una vivienda en el Val de San Lorenzo y ahora sigue con Arganza. En esta localidad se ha arreglado una vivienda y, como marca el acuerdo, la Junta ha destinado a esa adecuación 40.000 euros, que es lo máximo que maneja ese documento. Por su parte, la diócesis ha invertido 18.000 euros más hasta completar la reparación. El arrendamiento se rige por la Ley específica, que es de un año prorrogable a otros cinco más.
Se trata de una intervención que contribuye a luchar contra la despoblación rural y también incentiva que familias con hijos puedan dearrollar un proyecto de vida en demarcaciones en las que se pierden hasta las escuelas. No es la primera vez que Arganza ve peligrar las suyas, y por eso le da la bienvenida a estos vecinos de manera especial.
La familia ucraniana, tras su llegada, fue acompañada hasta su nueva vivienda con el alcalde de Arganza, Javier Ovalle, y revelaron su búsqueda de "un lugar más tranquilo" para residir como motivo de esta mudanza. Asimismo, preguntados sobre cómo dieron con Arganza, comentaron que "encontramos este lugar en Facebook. Nos gustó mucho lo que vimos en la página del Ayuntamiento, vimos un post que en el pueblo buscaban una familia con niños, y aquí estamos. Estamos enamorados de Arganza, de su bonita naturaleza y de la gente maravillosa que aquí vive", añadieron con una sonrisa en el rostro después de haber interactuado con diversos vecinos.
Por su parte, el regidor mostró su satisfacción por "fomentar que venga gente para el pueblo" y detalló la mediación que ha realizado el Consistorio para poder repoblar la conocida como 'casa del cura'. El primer edil reconoce que hubo "multitud de solicitudes de familias" para poder llegar a Arganza y, finalmente, esta familia ucraniana fue la elegida con tres niños, dos madres y una abuela. "Esperemos que perduren más de un año, el pueblo les ha encantado", deseó.
El bercianista, además, comunicó la intención de intentar, a través del Ayuntamiento, que los vecinos que tienen casas abandonadas las pongan a disposición para atrer a más familias, sobre todo que tengan niños, "porque tenemos el problema de los niños y las escuelas en las poblaciones de Canedo, Magaz de Arriba, San Juan, Arganza, Espanillo o San Vicente". Ahora mismo, hay tres escuelas abiertas (Canedo, Magaz de Arriba y Arganza), y el alcalde aspira "primero a que no se cierre, y después, si se pudiera abrir alguna más, mejor. Para nosotros la población va a aumentar siempre que haya niños, escuelas y servicios", comentó.