En casa de mis padres siempre te hemos conocido como Lorencito, quizá por la vecindad que tuvimos hace muchos años en el barrio de la Encina.
Al oír por la radio la noticia de tu fallecimiento, me vinieron a la mente cantidad de recuerdos y de vivencias compartidas: Primero como trabajador de Cristalerías Rodríguez y estudiante de Magisterio, llegando a obtener Acceso Directo a la función docente.
Después, en mi etapa de miembro del grupo de teatro Conde Gatón, cómo olvidarme de tu vis cómica, tu singular voz, tu peculiar silueta. Contigo era imposible aburrirse o estar triste. En El Retablo del Flautista tú hacías de burgomaestre. Nos quedábamos patitiesos cada vez que soltabas un pareado de tu cosecha o metías una ‘morcilla’. En aquellos veranos en los que se representaba El Señor de Bembibre, a lo grande, bajo la luz de la luna entre las ruinosas murallas del Castillo de Ponferrada, interpretabas al abad de Carracedo. Al llegar determinada escena, el público más devoto te ‘pisaba’ aquella frase tuya que se hizo famosa: «¿A dónde vas, robador de doncellas?».
Creo que también colaboraste con el Instituto de Estudios Bercianos, cuando la sede estaba en la sacristía de la antigua Iglesia de San Antonio (hoy Museo de las Cofradías), antes de que se hundiera el tejado de ese apéndice cuadrangular de mampostería.
Como presidente del Patronato Municipal de Fiestas del Ayuntamiento de Ponferrada, nos firmaste varios certificados, al equipo de Animadores Socioculturales que participábamos en las Fiestas de la Encina (Cima), Carnaval Infantil, Navidad y Cabalgata de Reyes.
Alguna vez nos hemos saludado visitando a la Virgen de la Encina en su Basílica.
Y qué casualidad. Tu óbito coincidió con el estreno de la primera Revista Musical (’Evocación’) de Solera Berciana. Te hubiera encantado asistir a nuestro debut en el coqueto teatro de la calle Ancha. Dedicamos la función a tu memoría. Seguro que no te perdías ni una de las ‘revistas’ que pasaban habitualmente por el desaparecido Teatro Adriano.
Hubieras disfrutado mucho con el último montaje de la más veterana coral ponferradina y berciana. Nos habría gustado conocer cuáles eran tus vedettes favoritas o qué primer galán te caía mejor, de aquel panorama nacional a mediados del siglo pasado, más o menos. La soltura que tenías actuando encajaría perfectamente en este espectáculo. Gracias por todo. Descansa en paz, Lorenzo Gallego Donado. Mi más sentido pésame a tu familia.
Gregorio Esteban Lobato es profesor y escritor berciano.