Lamentan que Endesa tenga esa actitud y solo esperan que, en el momento en que le comunique a sus trabajadores el cierre y las condiciones del mismo, entonces toque el tema de las auxiliares. De todos modos «no confiamos mucho en que nos haga caso», dice Roa, que sí tiene esperanzas en los movimientos políticos.
Por el momento cuentan con el respaldo de la Subdelegación de Gobierno, del PSOE provincial y ahora, el próximo día 17 viajarán al Congreso de los Diputados, en principio, para reunirse con el grupo Unidos Podemos, pero no descartan que se suba al carro de las visitas el partido gobernante. Roa agradece todos los esfuerzos por ese lado pero lamenta que Endesa no les esté informando ni proponiendo ninguna medida. «La huelga es firme» reconoce y avanzan en esa intención, aunque apunta que no será una convocaría indefinida.
Desde la central de Anllares, los trabajadores de las empresas auxiliaressiguen a la espera y también anuncian movilizaciones que no descartan que puedan empezar a lo largo de la semana entrante «no queremos que se olviden de nosotros», ahora que se ha iniciado el desmantelamiento de la central.
Pero esperarán primero a la reunión convocada entre sindicatos y la dirección de Naturgy en Madrid el día 11, según explica el delegado de CCOO, José Crespo, en la que se tratará las condiciones laborales de los trabajadores de la central y espera que también de los que operaban desde la auxiliar Masa Galicia. Sobre la mesa Crespo asegura que se pondrán sus peticiones, con la esperanza de que la firma esté abierta a tratar este tema «queremos que se nos mantengan las condiciones laborales para el desmontaje de la central o, si no puede ser, que se haga un plan social para que, personas que llevan cotizando 40 años, no se vayan perdiendo el 30% de sus pensiones», apunta.
Es más, asegura que Naturgy tendría la obligación de ocuparse de esos trabajadores ya que «ha aprobado un documento de responsabilidad laboral corporativa» en el que se compromete a ello. Crespo apunta que se conformarían con un despido improcedente, pero bien pagado.
En la actualidad son 12 trabajadores de Masa Galicia los afectados por el cierre de la central de Anllares, donde han realizado labores de mantenimiento, puesto que nueve habían sido despedidos hace meses y llevado sus casos a juicio. De ellos, la mayoría ya ha conciliado con la empresa y asumido sus ofertas y solo queda un juicio pendiente, que quedó suspendido por enfermedad del letrado defensor.
Con 130 millones de euros se cierran las dos centrales de la comarca
El cierre de la central térmica de carbón en Anllares, que ya está en proceso de desconexión desde principios de mes, supondrá un coste de unos 30 millones de euros, según publica El Confidencial y los trabajos se realizarán a lo largo de los próximos tres meses, aunque el cierre final puede que se prolongue hasta 2023. Las propietarias de la central, Naturgy mayoritaria y Endesa seguirán vinculadas a ella, e incluso se ha planteado nuevos usos para la nave. En los trabajos de desmantelamiento operarán entre 40 y 60 empleados directos. La térmica contaba con 41, con los que ya ha acordado un plan social, aunque no lo ha hecho con los trabajadores de las empresas auxiliares.
Para Anllares se cierra un ciclo, que tocará vivir también, previsiblemente, en Compostilla en junio de 2020, cuando se desconecten los grupos 3, 4 y 5, ya que el 2 ya estaba concretado que se adelantaría. Antes de esa fecha, Endesa amortizará 108 millones de euros y ya publicó en sus gastos la provisión de 94 millones para su desmantelamiento. Son las cifras para el cierre, mientras que para continuar adelante debería invertir en desnitrificación y desulfuración, como obliga la normativa europea, y esas cuentas rondarían los 200 millones.
Comienza la descarbonización del Gobierno con estos cierres, que tocarán finalmente a nueve plantas de las 14 que hay en territorio nacional.