Verdial apuntó, como argumento general que “los pueblos se están muriendo aunque escuchemos lo de luchar por la España vaciada” de boca de los políticos. En el “debe” a Los Barrios apunta una queja ante la Diputación provincial, propietaria de la carretera de cinco kilómetros que les une con Ponferrada. “Nos tienen la carretera sin acabar. Diputación nos ha dicho que acaba de desenterrar el proyecto y hace cinco años nos dijeron que iban con el tercer tramo. En cinco kilómetros son cuatro tramos alguien nos está engañando no sé quién”, reprochó.
Para Verdial, aunque agradece la rápida respuesta que ha tenido Diputación con su queja, solo le queda un sentimiento de “rabia, porque pensé que estaba desenterrado” y pide un esfuerzo para sacarla adelante “no es suficiente, porque nos han engañado”, dijo en la movilización.
“Estamos a cinco kilómetros de Ponferrada y no tenemos ningún servicio. Solo pedimos un autobús al día, tener cobertura de internet y telefonía móvil y una conexión buena de televisión”, apunta.
La situación es más evidente porque Los Barrios fue nombrado Bien de Interés Cultural hace tres años y eso no ha servido para que haya ninguna inversión en ellos. Lo único que asegura que se les ha dado a los vecinos es dolores de cabeza a la hora de tener que pedir permisos a Patrimonio para poder rehabilitar viviendas “tarda año y medio en venir el proyecto. No nos dan ayudas y es lo que pedimos”.
Verdial pide que “no se dejen morir los pueblos que también dan vida a la ciudad” y apunta que con esta primera movilización“vamos a empezar a despertar”.
Tres meses de plazo
El presidente de la junta vecinal de los Barrios asegura que dejan su toque de atención sobre la mesa de los políticos . A partir de ahí, “si de aquí a tres meses no tenemos más respuesta que la que se nos ha dado Diputación, la próxima sentada será en Ponferrada”, dijo.Los Barrios cuenta con 250 habitantes que se multiplican durante el verano. En ellos están las asociaciones vecinales de La Corona, El Encinal y El Fontanón que se unieron a la movilización. Consideran que la movilización es consecuencia de años de “peticiones silenciadas y no ejecutadas por parte de distintos organismos”.
Por eso consideran que ha llegado el momento de convertir el silencio en grito reivindicativo “que nuestras voces sirvan para algo más que para mitigar nuestra rabia”, apuntan. “Decimos basta a las promesas incumplidas”, claman. A las mencionadas por el pedáneo suman la de contar con un Plan Especial, algo comprometido desde que los pueblos fueron declarados BIC y que no se ha cumplido. Consideran que ese sería un paso definitivo “bien dotado económicamente puede ser nuestro salvoconducto de regeneración, de dinamismo y, en definitiva, de vida”.
Las agrupaciones piden dejar atrás “las promesas incumplidas” y comenzar a luchar frente “a la indiferencia de los que deberían ser nuestros principales valedores”.