Por eso exigen que se demuestre la veracidad y la necesidad de las medidas que se toman. “Estamos hartos de que se juegue con nosotros como la herramienta más fácil de manejar para que durante la pandemia los votantes crean que se está cuidando de ellos”, advierte. Lamentan que no tengan defensores y que no sea el Ayuntamiento el que pida explicaciones sobre la idoneidad de estos cierres.
“Por eso pretendemos hacer uso del sentido que más echamos en falta durante todo este tiempo, el sentido común. Si seguimos sin exigir a todos esos expertos que demuestren su razonamiento, cualquiera puede haber comprobado ya cómo vamos a acabar”.
Apuntan que hay resoluciones anteriores en otras zonas como el País Vasco, en las que se aseguraba que no existían evidencias científicas para avalar los cierres. “Nuestras dudas e inquietudes no nacen del desconocimiento de un hostelero, sino que nosotros también consultamos expertos en diferentes materias para que nos asesoren, ya que los del sector público que pagamos todos, no lo hacen”, aseguran.
“Nos sentimos profundamente agraviados y desamparados por las administraciones”, apuntan, volviendo a recordar que no han recibido ayudas.
Bembibre se suma al cierre a partir de las 12 de la noche por la subida en la incidencia que supera los 190 casos por 100.000 habitantes a 15 días. La alcaldesa de la localidad, Silvia Cao, apela a la responsabilidad y asegura que estas cifras son fruto de Semana Santa y espera que duren lo menos posible.