El presidente del comité de empresa asegura que la situación de los 190 trabajadores comienza a ser complicada de nuevo. Una parte está de vacaciones, pero el resto está trabajando “y este mes ya hemos tenido dificultades para cobrar”, dice. Aún no han cobrado la nómina de este mes “y cuando nos la paguen, ya nos han dicho que van a abonar el 50%. Estamos teniendo dificultades y me temo que esto sea la crónica de una muerte anunciada”. En esta situación, Ménguez teme que en el mes de septiembre se proceda a la liquidación de la empresa “como sigamos así pasará”, augura.
“Esperamos que la empresa recapacite”
“Estamos peor que el año pasado”, recuerda Ménguez, que se ve de nuevo a las puertas de Compostilla en otro mes de agosto, como ya hicieron el año pasado, cuando decidieron apostarse en la entrada de la central berciana para reclamar lo mismo que piden hoy. “El año pasado nos metieron en concurso de acreedores y este año me temo que nos van a meter en liquidación. Tenemos que vender si o si para poder salir adelante”, pide.Las concentraciones se repetirán a lo largo de toda la semana desde las 8 de la mañana hasta las 15 horas.
Los trabajadores piden la entrada del carbón nacional a Compostilla, aunque esta haya anunciado su cierre en 2020 y podría parecer una medida demasiado temporal. Consideran que la empresa no se está planteando el cierre, sino que ese anuncio «es una medida de presión, un tira y afloja, para que el Gobierno pague la desnitrificación», dicen. «Están haciendo su juego. Las mineras estamos sin vender y con el tiempo que está habiendo saben que van a necesitar el carbón. Están presionando», dice Ménguez. No creen en el cierre y apuntan que «una central térmica es lo más rentable que puede haber hoy».