En la actualidad 30 de los 83 empleados con los que cuenta la Ciuden están realizando trabajos para este Instituto, incluidos dentro de un convenio de colaboración que concluye el 14 de noviembre y sobre el que no tienen información de su posible renovación. Se ha solicitado que, lejos de proceder a la caducidad de ese convenio, la intención debería ser ampliarlo e incluso hacer que esa parte de la Ciuden más industrial pase a ser «una subsede del IDAE, pero siempre desde el Bierzo», aprovechando las instalaciones de la comarca «que son únicas» en Cubillos del Sil y desde las que en la actualidad realizan trabajos de evaluación de proyectos de eficiencia energética y podrían estirar su trabajo también a proyectos de investigación, dice Sobrín, aprovechando lo que se tiene. La idea según explica el delegado de CCOO en el Bierzo, Ursicino Sánchez, es separar las tres patas que conforman la Ciuden y que cada una de ellas pase a depender de un ente distinto.
La parte museística consideran que debería pasar al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Muncyt «porque ahí podría tener un futuro y pasar a ser Museo Nacional de la Energía». Incluso, apunta Sobrín, podría conseguir ser incluido como Bien de Interés Cultural «todo lo que veo son mejoras»; dijo. La parte del vivero que ofrece cursos formativos desde hace nueve años en Pobladura de las Regueras, considera que debería integrarse en el Ministerio de Transición Ecológica «que le puede dar soporte».
La idea, según Sánchez, es «transformar la Ciuden» e incluso variar su nombre, que considera que está muy influenciado políticamente, algo que pide que acabe «tenemos que conseguir que el proyecto tenga futuro más allá de unas elecciones». Sobrín habla de «reorganizar Ciuden», aunque asegura que desde que se ha producido el cambio de Gobierno nadie se ha reunido con los trabajadores.
La absorción del IDAE
Sobrín asegura que el IDAE podría absorber a toda la plantilla de la parte industrial de Ciuden, incluso incrementarla –en la actualidad son 30 trabajadores en el convenio con IDAE, cuatro más en Hontomín, la planta de Burgos y otros 39, mientras que la parte museística cuenta con 13 empleados y el vivero con uno. En la actualidad, Ciuden está realizando solo tareas de «mantenimiento»a las que pasarían, a partir de noviembre esos empleados que ahora realizan trabajos para el IDAE.El cambio de Gobierno no ha supuesto que el director de la Fundación, Eduardo Castiñeiras, sea cesado y continúa al frente del proyecto, que Sánchez considera que tiene futuro a nivel de investigación. Aunque los propios trabajadores habían presentado dos proyectos interesantes a desarrollar desde la planta, Sobrín lamenta que nadie los haya puesto en valor y que, pese a que se hable de relanzar la Ciuden, ningún político haya puesto sobre la mesa ninguna medida concreta para la Fundación.