Sin duda tiene que ser la magia la que hace que los Reyes Magos lleguen a cada esquina sin importar el tiempo que haga. Sus fieles, los más pequeños sobre todo, soportan lo que sea para poder verlos o incluso hablar con ellos de sus deseos que seguro que se complicarán en una noche sin sueño.
Melchor, Garpar y Baltasar volvieron a subirse a sus carrozas, después de llegar a Ponferrada en camello para, acompañados de su embajador plenipotenciario berciano, el Mago Chalupa, recorrer las calles de Ponferrada, atestadas de gente desde las 18:00 horas, cuando emprendieron viaje, hasta la plaza del Ayuntamiento, desde el colegio de La Asunción.
Volaban caramelos, por no romper la tradición, entregados por los pequeños pajes que también les acompañaron hasta su llegada, donde escucharon atentos la carta ganadora de la niña Aisha Bakkach Vuelta, de 8 años, y alumna del colegio La Asunción.
Después, Sus Majestades compartieron un rato con los pequeños y con la música para prepararse para el reparto que les quedaba hacer por la noche y después volver a poner rumbo, a lomo de sus camellos, a Oriente, eso sí, cargados de las viandas que fueron recibiendo en cada casa para reponer fuerzas en tan intenso trabajo.