Marta Casado: "Tengo ganas de entrenar y de devolverle a la gente todo lo que me está ayudando"

La gimnasta berciana, tras padecer un cáncer, sueña con conseguir una prótesis de pierna para poder participar en las próximas olimpiadas de Tokio 2020

Mar Iglesias
08/10/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Su vida y su vía de escape sigue siendo la gimnasia rítmica, aunque competirá en otra disciplina, porque esta no existe en las paraolimpiadas. | MAR IGLESIAS
Su vida y su vía de escape sigue siendo la gimnasia rítmica, aunque competirá en otra disciplina, porque esta no existe en las paraolimpiadas. | MAR IGLESIAS
Este 7 de octubre precisamente hizo tres años desde que la vida de Marta Casado le dio la vuelta. Fue cuando los médicos le diagnosticaron un osteosarcoma que determinó que se quedara sin su pierna izquierda. Una niña de 14 años, gimnasta desde los 3, veía que un bultito, como ella dice, se convertía en un pulso a la vida. Y lo ganó. Marta se hizo fuerte y suplió todo lo que se llevaba aquel mal encuentro con la enfermedad.

Frente a la amputación, una prótesis, la primera de sus características que se implantaba en nuestro país. Un avance que le permite normalizar su día a día, aunque para su familia haya supuesto un desembolso de más de 50.000 euros, con escasas ayudas de las administraciones. Marta creía que su vida de gimnasta estaba sentenciada, pero descubrió que se abría otro camino paralelo desde el que le apetece probar todas las disciplinas. Su único problema, es que necesita una prótesis especial para ello, porque utilizar la de calle le ha supuesto tener que pasar por quirófano. La que necesita cuesta unos 20.000 euros y para sufragarla ha conseguido a un aliado de excepción, el gimnasio en el que entrena, Bierzo Fitness Mamba Gym, desde donde llevan dos meses realizando actividades solidarias para conseguir ese dinero. Ya cuentan con la mitad y queda mucho por hacer aún. Quedan eventos, una cata con pinchos en Gatopardo y masterclass de distintas disciplinas. Se suben al carro muchas más actividades poco a poco porque la gente quiere implicarse.

Lo inmediato es este domingo con el partido de fútbol entre la Policía Nacional y deportistas del gimnasio a las 11:00 en los campos de Cuatrovientos. Habrá paella solidaria y muchas ganas de pasar una jornada de convivencia alrededor del sueño de Marta. Todo para conseguir que la joven que ahora cumple 17 años sea olímpica en Tokio, con esa nueva pierna que la suba al pódium. tendrá entonces 20 años y espera competir en las pruebas de velocidad de atletismo, pero, a partir de ahí, quiere que el apellido de olímpica le siga acompañando, tal vez para convertirse en triatleta en las próximas competiciones de alto nivel. No son sueños, Marta sabe ahora que todo es posible.

– ¿Cómo se forjó toda esta iniciativa para que pudieras conseguir una pierna con la que entrenar y llegar a ser olímpica?
– Fue con el dueño del gimnasio, Diego, y otros compañeros que me preguntaron qué quería hacer en el deporte. Por entonces ya tenía problemas con la prótesis y hablamos de conseguir una adecuada. Ideamos los eventos y comenzamos a hacerlo desde agosto.

– ¿Y ya pensabas en ese momento en preparar unas olimpiadas?
– Yo pensaba en seguir haciendo deporte, pero ellos me vieron condiciones para ir a más. Han visto que deporte que pruebo, le saco mucho. Pero en un deporte olímpico hay que ser muy bueno, nunca me lo había planteado y cuando me amputaron, la verdad es que pensé que no volvería a hacer deporte, sin embargo ahora hago de todo y pruebo distintas disciplinas que antes no tocaba.
La verdad es que antes solo venía a gimnasia rítmica y esto me ha abierto a otras cosas.

– Pero lo tuyo es la gimnasia rítmica ¿desde cuándo?
– Empecé con tres años con psicomotricidad y después ya la gimnasia rítmica que era mi pasión. Lo dejaba todo por ir a gimnasia rítmica.
Cuando me pasó todo esto quería volver, pero era algo que pensaba y no hacía…al final probé y vi que podía.
– Ahora te planteas el reto de las olimpiadas, en las que no hay disciplina de gimnasia rítmica ¿pero sabes en cuál piensas competir?
– Hemos decidido que en atletismo, en distancia corta o media, 100 o 200 metros, velocidad porque creo que la prótesis lo permite y tengo condiciones.

– ¿Ya has iniciado la preparación?
– Aún no puedo porque estoy con rehabilitación después de la operación. Aún no se sabía si podía colocar la prótesis y si todo va bien. Ahora estoy bien, pero tengo que tener cuidado porque el problema que he tenido ha sido por entrenar sin la prótesis adecuada.De todas maneras sigo entrenando para no perder la forma y estar preparada para iniciar los entrenamientos en cuanto pueda.

– ¿Cómo te planteas todo esto de entrenar para unas olimpiadas?
– Vengo de entrenar todos los días entonces, como es lo que me gusta, espero que no me cueste. Mi vida es esto. Salgodel instituto y por las tardes entreno. Los días que vengo al gimnasio hago dos horas de rítmica y después otra hora de otras disciplinas y estoy notando resultados ya.

– ¿Qué sentimiento te une al deporte?

– Cuando me diagnosticaron, sabía que tenía que pensar lo menos posible en ello, porque iba a pasar igualmente, así que tenía que pensar poco. El deporte ha sido mi vía de escape, se me olvidaba totalmente, dejaba de pensar. El día que me diagnosticaron recuerdo que estuve cuatro horas en el gimnasio con la pelota yo sola entrenando y cuando acabé y llegué a casa no me acordaba de lo que había pasado. Al ver el bultito que tenía en la pierna fue cuando me di cuenta, pero me ayuda mucho… En el gimnasio saben cuándo estoy mal anímicamente porque vengo más de lo normal, hasta ese punto me ayuda.

– ¿Cómo ves la cita de Tokio, muy lejos aún?
– 2020 parece que queda lejos pero pasa muy rápido. Ya han pasado tres años desde que me diagnosticaron y parece que ha pasado muy poco.
Yo tengo ganas de entrenar y de devolverle a la gente todo lo que me está ayudando porque me parece increíble. La primera convivencia solidaria que hicimos conseguimos juntar a más de 300 personas, gente que yo tengo como ídolos, jugadores de fútbol, olímpicas de halterofilia. Todo me parece muy bonito.

– Todo el mundo te está empujando, no sé si esa es mucha presión para ti, que estás dando la cara solicitando ayuda…
– La verdad es que la gente se implica mucho, porque saben que me ha pasado a mí pero le puede pasar a cualquiera y lo sienten así. La mayoría de la gente me conoce porque hay muy poca gente de mi edad que haya tenido un cáncer y le falte una pierna. Cuando pedimos ayuda todo el mundo estaba allí. Por las redes, casi sin pedirlo, la gente quiere implicarse.

– ¿Te sientes el ejemplo de algo o te gustaría serlo?

– Sí que mis compañeras de gimnasia se ven en mí. Van a casa y sé que hablan de mí. No se van del gimnasio hasta que yo no me voy…para mí todos esos gestos son muy bonitos.
Hay días que sí te llegas a agobiar, pero agradecida.

– ¿Te gustaría conseguir esa pierna ortopédica cuanto antes para comenzar a entrenar duro?
– Sí, pero en poco tiempo llevamos ya la mitad del dinero conseguido. Las actividades comenzaron en agosto y hay muchas cosas pendientes. Era una idea para un año y ya llevamos la mitad. La campaña se inició cuando me operaron por una infección en la rodilla, por haber trabajado con la prótesis de caminar. Estaba en el hospital y veía cómo subían los ‘me gustas’ de forma increíble, eso me daba muchos ánimos.

– Tal vez tienes cierta desazón porque las administraciones no costeen este tipo de prótesis…
– La Seguridad Social ayuda si no has nacido con la pierna, pero si te pasa algo así no. Cubren un porcentaje. Es algo que no está bien hecho y sin esta campaña lo que me pasaría es lo que me ha pasado ya, que he hecho deporte con la prótesis de calle y he tenido que pasar por el quirófano.

– ¿Te planteas el oro en las olimpiadas?
– Claro. Ya de ir, me gustaría ir a por todas y lo voy a intentar.

– ¿Y después de ese oro olímpico, si llegamos a él?
– Me gustaría celebrarlo con la gente que ha estado conmigo y que me ha ayudado. El día después tendré 20 años y quiero seguir siendo olímpica. Nos habíamos planteado ir a triatlón, pero vamos a empezar con distancias cortas y tal vez después si podríamos hacerlo. Es algo caro, porque se necesita una bicicleta especial...pero espero contar con patrocinios que ya se han ofrecido de las ortopedias y aseguir avanzando a partir de ahora.
Archivado en
Lo más leído