Más de 260 científicos firman un manifiesto contra los proyectos eólicos para la Sierra de Gistredo y el Alto Sil

Investigadores de Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Italia, Polonia, Alemania y Portugal unen sus voces para defender el hábitat de los últimos urogallos de la Cordillera Cantábrica

10/01/2025
 Actualizado a 10/01/2025
Un parque eólico en una imagen de archivo.
Un parque eólico en una imagen de archivo.

Más de 260 investigadores de distintas instituciones académicas de España y de otros países muestran su rechazo frontal a los planes de Repsol, empresa que pretende instalartres polígonos eólicos en la Sierra de Gistredo y áreas aledañas del Alto Sil, sobre hábitats de los últimos urogallos de la Cordillera Cantábrica.

Entre todos estos científicos que han firmado el manifiesto, muchos llevan varias décadas dedicadas al estudio de la ecología, la demografía y el comportamiento de especies amenazadas en el ámbito de la cordillera, como el oso pardo y el urogallo cantábrico, dos de las especies que verían amenazados sus hábitats con estos proyectos, ambas catalogadas en la categoría de peligro de extinción.

El Alto Sil es una de las zonas mejor conservadas y menos humanizadas de la península Ibérica y atesora una enorme diversidad biológica, contando con especies, además de osos y urogallos, como el picamaderos negro, la perdiz pardilla, el águila real, el roquero rojo, la marta, el lobo, el desmán ibérico, y la liebre de piornal, entre muchas otras, algunas de las cuales son endemismos ibéricos, otras son especies clave y varias de ellas se encuentran amenazadas a nivel regional o global.

La implantación de polígonos eólicos en estas zonas supondría, según consideran estos investigadores, "una pérdida irreversible de hábitat para muchas de esas especies amenazadas y una alteración definitiva de uno de los paisajes montañosos mejor conservados de nuestro país".

Los planes de Repsol pasan por la instalación de tres complejos con más de 40 aerogeneradores y sus estructuras auxiliares -viales de acceso y mantenimiento, redes de evacuación, subestaciones eléctricasen la Sierra de Gistredo y áreas aledañas, todo ello en área de distribución de oso pardo y urogallo (especie de la que actualmente quedan menos de 200 ejemplares) que son zonas limítrofes con los lugares de Red Natura 2000 del Alto Sil, Omaña y Ancares.

A causa de ello, la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica ha impulsado y conducido este manifiesto al que se han adherido más de dos centenares de científicos de toda España y de otras procedencias (Suiza, Reino Unido, USA, Japón, Italia, Polonia, Alemania y Portugal), en su convicción de que la transición energética no debe comprometer nunca el patrimonio natural de la Cordillera Cantábrica ni el de otros territorios.

El texto firmado por todos ellos es el siguiente: "Como investigadores comprometidos con el estudio y la conservación de la biodiversidad, manifestamos nuestra profunda preocupación y oposición a los proyectos de instalación de parques eólicos en la Sierra de Gistredo y Alto Sil (León). Este territorio es un enclave de extraordinario valor ecológico, que alberga especies tan emblemáticas como el oso pardo (Ursus arctos) y el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus), ambas catalogadas como en peligro de extinción según el Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011). Creemos que la instalación de aerogeneradores, vías de acceso e infraestructuras de evacuación eléctrica, o el ruido y el trasiego, es incompatible con la conservación de estas montañas. Además, defendemos que la transición hacia energías renovables nunca debe comprometer el patrimonio natural de la cordillera Cantábrica ni de otros territorios".

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