Más incógnitas que certezas en la recta final de legislatura en Ponferrada

Con septiembre a la vuelta de la esquina y tras un verano marcado por la falta de acuerdo para sacar adelante los presupuestos municipales y la llegada de la trama Enredadera a Ponferrada, la recta final de la legislatura en la capital berciana puede acentuar todavía más la división en el Ayuntamiento.

En los últimos comicios, las urnas evidenciaron el hartazgo de las mayorías absolutas por parte de la ciudadanía, que pidió un consenso que desde la esfera política ni siquiera se ha planteado.

Pese a ello y ante un Consistorio aparentemente ingobernable con un cogobierno que apenas reunía nueve concejales de los 25 que conforman el pleno, la legislatura avanzó en un primer momento llegando a sacar adelante unos presupuestos, cediendo incluso la gestión del Instituto Municipal de Empleo (IMFE) a Ciudadanos.

Tras salvar la primera mitad de legislatura con menos sobresaltos de los esperados -al margen de la sentencia que anulaba la concesión del macrocontrato de basura concedido durante el bipartito-, la deriva y los desencuentros se han multiplicado en la segunda y el último curso político en Ponferrada antes de las elecciones amenaza con ser una guerra total.

Y es que el no de Ciudadanos a los presupuestos desencadenó la destitución de Rosa Luna al frente del IMFE y el comienzo de un distanciamento del equipo de Gobierno encabezado por Gloria Fernández Merayo de una de las ‘patas’ que habían sustentado su mandato.

El desencuentro entre la formación naranja y los populares se ha acelerado conforme el sumario del caso Enredadera ha empezado a desvelar cómo se gestionaban los contratos públicos en la capital berciana. De hecho, Cs, junto a PSOE –que tras facilitar la aprobación de los presupuestos de 2016 con su abstención, se ha mostrado muy beligerante con el PP– y Ponferrada en Común, forzará este lunes la convocatoria de un pleno extraordinario que en caso de que la alcaldesa no lo haga voluntariamente, quedará automáticamente convocado al contar con más de una cuarta parte del número de concejales.

Así, el horizonte se presenta con más incógnitas que certezas. Ponferrada en Común ya ha amenazado con impulsar una moción de censura y el PSOE ha puesto la diana tanto en la alcaldesa como en el concejal Ricardo Miranda, cuyo nombre también ha aparecido en las escuchas de la UDEF.

Por su parte, USE, que parecía el salvavidas para sacar adelante los presupuestos, también dejó en las estacada al cogobierno, aunque su enfrentamiento con los socialistas y la ‘herida’ por la moción de censura de 2013, hacen casi imposible cualquier frente unido en la oposición.