El Ayuntamiento de Molinaseca adquirió, hace ahora un año, las naves que quedaron vacías tras el cierre de su matadero y de la empresa Embutidos Frimols. Un gran espacio sobre el que el regidor, Alfonso Arias, tiene un proyecto de desarrollo que ha enseñado al delegado de la Junta, Eduardo Diego, en su visita al municipio. Se trata de "un puzle" de actividades de desarrollo rural que pasan por la construcción de un obrador compartido de productos "que se transformarían ahí", además de un vivero de StartUp, un coworking y seis viviendas para jóvenes.
La aportación inicial para el proyecto comenzó con la compra de los terrenos asociados a las naves, por un montante de 360.000 euros. Ahora continúan con este proyecto "a medio y largo plazo", especifica Arias, que espera que "si las subvenciones que vayamos pidiendo salen bien", pueda tener cimientos a finales de este mandato. "Estamos desarrollando un plan parcial para darle forma", explica, sin un presupuesto cerrado, aunque las primeras cuentas superan ya el millón de euros solo teniendo en cuenta el obrador, que supondría una inversión de 500.000 euros, y las viviendas, que rondarían los 400.000 euros.
El estado del inmueble en la actualidad no es del todo malo tras 11 años de cierre. El regidor ya ha iniciado la tramitación para acceder a ayudas, la principal, la que hará que el edificio cuente con una nueva cubierta, ya que la que tiene es de fibrocemento y debe cambiarse. También ha solicitado ayudas de eficiencia energética y europeas, de transición energética, con el fin de iniciar este gran proyecto. "De momento tenemos el punto limpio allí y vamos a ir realizando reformas según consigamos las ayudas".
Camino de Santiago
Por delante de este edificio para el Camino de Santiago, que este año cumple tres décadas de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Molinaseca no prepara ninguna celebración de este cumpleaños, aunque su alcalde se unió a la que hubo en Santiago de Compostela. Allí, todos expusieron el cambio de peregrino que se ha dado desde ese nombramiento hasta hoy. Y la solicitud unánime de todas las zonas afectadas por el Camino coinciden en solicitar estirar los kilómetros para conseguir la Compostela a los 250, no a la distancia desde Sarria a Santiago actual, de unos 100. De ese modo, consideran que se eliminarían esas aglomeraciones, sobre todo estivales, en esos últimos kilómetros y se permitiría un mayor crecimiento a los municipios tocados por ese espacio.