Fernández piensa más en prepararse para el futuro «estoy pensando en la Semana Santa próxima. Si hace dos años teníamos 100.000 visitantes y ahora tenemos 200.000, no podremos con 300.000», dice, a sabiendas que esa es la tendencia. Lamenta que el problema de Médulas pase por la multitud de permisos que hay que solicitar con cada obra, algo que acaba retrasándolas «tenemos que tener el estudio de Patrimonio para hacer ese aparcamiento, dicen que se necesita un estudio arqueológico y es complicado. Eso nos paraliza las obras».
Por eso han querido recordarle al consejero las obras que desde hace dos años solicitaron para darles un nuevo empuje. Además de esos aparcamientos, Fernández pidió que se haga realidad el proyecto de saneamiento de Médulas «hemos hecho todo lo que nos han pedido y esperamos que el año próximo pueda hacerse». También mejorar la cobertura de internet y la telefonía móvil y hacer un «aprovechamiento sostenible del Lago de Carucedo», en el que se llegan a concentrar 200 personas en 20 metros durante el verano. Además, ha solicitado un vehículo para Protección Civil, cuyo trabajo aplaude, sobre todo porque en el último año los incendios forestales se han reducido y considera que eso se debe, en parte, a su trabajo.
Control de visitantes
«Nos sentimos vigilados», dice el regidor de Carucedo, después de que la Junta decidiera dejar que fueran los Ayuntamientos los que gestionaran la movilidad del turismo en sus entrañas, tras desbancar su programa Itermédulas que obligaba al paso con autobuses al paraje. Fernández reconoce que «la gente se sentía estafada», al tener que abonar 5 euros por persona para visitar Las Médulas, aunque no descarta que sea adecuado crear un sistema de lanzaderas en momentos de picos de turistas. Pero reconoce que el problema está en que el Patrimonio de la Humanidad tiene un pueblo dentro «y hay que permitir el paso por él». Por eso, aunque entiende que cualquier solución es difícil, ve adecuado, sobre todo, crear zonas de aparcamiento nuevas. Y, en un segundo punto, tal vez, gestionar un número de visitantes por día adecuado «para lo que tendríamos que tener una Oficina de Turismo que lo hiciera».
«Nos vemos desbordados»
Aunque en el pasado puente fueron unas 4.000 las entradas a Médulas «los hosteleros están encantados», dice Fernández «y hay que escucharles», aunque asegura que «nos vemos desbordados», dice, por la falta de capacidad de los pequeños ayuntamientos de realizar una gestión adecuada del paraje. En concreto, el Centro de Recepción de Las Médulas registró untotal de 3.937 visitantes, menos que el año pasado en este puente, aunque en 2017 tuvo un día más. Por eso considera el alcalde que un consorcio de alcaldes podría ser un camino, además de actualizar y poner en marcha del Plan Director de Usos de Médulas. Incluso apunta que, si es difícil ponerlo en marcha al completo «que se empiece haciendo solo en Médulas», para poder regular la situación, que ha llegado a contener hasta cuatro empresas privadas realizando visitas guiadas este puente «y nos piden que arreglemos los caminos a nosotros», critica.