Miguel Rellán da vida en el Bergidum a un bailarín flamenco perdido en la revolución rusa

El teatro ponferradino será el escenario los días 27 y 28 de marzo de la obra 'El maestro Juan Martínez que estaba allí', dirigida por Xavier Albertí

21/03/2025
 Actualizado a 25/03/2025
La obra 'El maestro Juan Martínez que estaba allí' llega al Bergidum.
La obra 'El maestro Juan Martínez que estaba allí' llega al Bergidum.

El actor de origen ponferradino Miguel Rellán da vida a un supuesto bailarín flamenco de Burgos perdido en los conflictos de la revolución soviética de 1917. A partir del relato 'El maestro Juan Martínez que estaba allí' de Manuel Chaves Nogales, entre el periodismo y la novela, entronca con la tradición de la picaresca española. La función llega al Teatro Bergidumlos días 27 y 28 de marzo. Además, el viernes 28 a las 13 horas el actor llevará a cabo un encuentro con el público en el propio teatro.

A través del relato las peripecias de un bailarín flamenco, la obra cuenta una de las historias más trascendentales y dramáticas del pasado siglo y de alguna forma también de la tragedia española. Juan Martínez, castizo madrileño nacido en Burgos, bailarín, artista de variedades, y su compañera Sole, emprenden una singular peripecia vital y laboral pocos días antes de que estalle la Gran Guerra de 1914.

Estanbul, Bucarest, San Petersburgo, Moscú o Kiev serán el telón de fondo donde se desarrollan los episodios bélicos más sobrecogedores de esa Gran Guerra. Los cabarés, casinos y pensiones de esas ciudades serán los lugares donde intentarán sobrevivir nuestros protagonistas. Una inconmensurable lección de coraje, de instinto de superación, de aceptación de los grandes y caóticos mecanismos de la historia y de cómo estos aplastan las pequeñas vidas de la gente corriente.

Con dirección de Xavier Albertí, la función se convierte en una partitura escénica al servicio de un actor como Miguel Rellán que mostrará el artista de variedades que habita en él. La pieza conecta con la gran tradición de la picaresca española. Los ecos del Lazarillo, los de las novelas ejemplares de Cervantes, de Quevedo… siguen alimentando una mirada a la historia y a la capacidad de supervivencia de los protagonistas indirectos que sufren los dictámenes de los poderosos.

El director ha optado por la sobriedad en el montaje, centrado en la figura del bailaor y de su intérprete, sin aparato escenográfico alguno, más allá de una tarima circular iluminada por Juan Gómez-Cornejo. La palabra del autor, la intensidad de su relato y la prodigiosa interpretación de Miguel Rellán se constituyen en únicas protagonistas y valores exclusivos del espectáculo.

"Un texto ágil, una interpretación sublime (…), una de las mejores experiencias teatrales que no hay que perderse", ha escrito la crítica. "Rellán lo da todo sobre el escenario, con la contención y la maestría que le otorgan su arraigada veteranía. Sereno, seguro en sus cadencias, silencios y miradas, su cuerpo y su voz responden como un engranaje perfecto al servicio de su personaje, al que otorgan vida desde una naturalidad solo a la altura de los grandes maestros", sostiene otra.

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