Molinaseca recuerda a Fomento su compromiso con la carretera a Astorga

Unos siete kilómetros separan Molinaseca de la pedanía del Acebo, un trazado que es Camino de Santiago y que obliga a los peregrinos a abrirse paso entre los coches durante la última parte. No hay zona habilitada para ellos, ni arcén, pero tampoco el estado del asfalto está en buenas condiciones para los vehículos.
En las últimas semanas el deterioro incluso se ha hecho más notable. Parte de los puentes que soportan el desnivel de la carretera en este recorrido se han venido abajo y se han tenido que colocar artilugios temporales para mantener la seguridad. En algunos casos, estos también han caído.

El alcalde de Molinaseca, Alfonso Arias asegura que ya ha informado de estas deficiencias a Fomento para que proceda a su reparación. En 2014, Arias había enviado un estudio técnico del vial a la Junta ya solicitando mejoras para este trazado, con un tráfico turístico importante, por unir pedanías del Camino de Santiago y por dar paso también a la Herrería de Compludo, declarado monumento nacional en 1968. Aquel primer informe tuvo como respuesta una reunión del consejero, Juan Carlos Suárez-Quiñones, con todos los alcaldes de los municipios por los que pasa la LE-412 desde Astorga a Molinaseca, 47 kilómetros que dan entrada al Bierzo del Camino de Santiago. La Junta se comprometió a mejorar la señalización en este trazado y asumió las necesidades que cuantificó en inversiones de tres millones de euros para este año 2017. La intervención recogía incluso reparar zonas de desprendimientos que obligaron a cortar la comunicación por el lado berciano.
Pese al compromiso de Suárez-Quiñones, las obras están aún en cartera y Arias vuelve ahora a presentar el informe técnico «incrementado con el estado en el que está el vial en la actualidad, porque está incluso peor que en 2015», dice, cuando se produjo la reunión.

Considera Arias que «no se da la mejor imagen» al peregrino que pasa por esa zona con un trazado lleno de baches complicados y con los puentes caídos, además del peligro que reviste para los conductores y incluso con la posibilidad de venirse abajo en alguno de los puntos más dañados.  Estas obras forman para de un proyecto más ambicioso que superaba los 15 millones de euros pero que no cuenta con presupuesto para materializarse.