"Nadie desde el Ayuntamiento de Ponferrada se ha preocupado por los perros abandonados"

El Banco de Alimentos de Mascotas ha sorteado la desaparición tras quedarse sin local y no conseguir ninguno municipal / Mani Studio Tattoo le deja su sótano

M.I.
02/11/2019
 Actualizado a 02/11/2019
La asociación recibe lotes de pienso donado para ayudar a propietarios con necesidades. | BAMP
La asociación recibe lotes de pienso donado para ayudar a propietarios con necesidades. | BAMP
Tras seis años de intenso trabajo para que las mascotas de las personas más necesitadas no sufran el mismo desamparo que sus dueños, el Banco de Alimentos de Mascotas de Ponferrada (BAMP)  ha visto como llamaba a su puerta la posible desaparición.

El fallecimiento de la propietaria del local que ocupaban de forma gratuita y solidaria les puso fecha de salida del mismo.Los herederos sólo permitían que se quedaran una semana más y, con el agua al cuello, la ONG, liderada por Liliana Franco, lanzó un SOS por internet. Pedía ayuda de particulares que les permitieran ocupar algún local en el que colocar sus pertenencias, principalmente pienso para perros y algunas pipetas y material publicitario para recaudar fondos.

Al tiempo, Liliana Franco se puso en contacto con algunos representantes políticos para reiterar una solicitud que ha realizado a lo largo de la vida del BAMP, un local municipal «siempre nos han dicho que no hay y nos parece extraño que en todo este tiempo no haya quedado ninguno», lamenta. Considera que la preocupación desde el consistorio por las ONGs que se encargan de los animales es nula «nadie del Ayuntamiento se ha preocupado por los perros abandonados», dice, aunque sí por mejorar las instalaciones del albergue «tal vez de cara a la galería, para que se vea que hacen las cosas bien, que no se sacrifican animales y que están en buenas condiciones». Pero eso no es todo.

Franco considera que falta personal destinado a los animales, a sus cuidados y también el horario del albergue se queda corto para responder a las necesidades de los usuarios, ya que no abre por las tardes. Incluso lamenta que no se haya aceptado la ayuda voluntaria que habían intentado prestar desde su ONG hace tres años «habíamos propuesto ayudar los fines de semana para atender a los perros y poder sacarlos a pasear, pero nunca nos contestaron». Y así han pasado los años, buscando la ayuda fuera de las puertas del Ayuntamiento y encontrándola en la solidaridad de los bercianos. Ha sido esa la manera en la que han conseguido trabajar. Gracias al BAMP se han ayudado, en estos años, a unos 200 perros en situaciones complejas, aunque las cifras han ido disminuyendo, lo que hace que las necesidades también.

En estos momentos asegura Franco que son 10 los beneficiarios de su ayuda, todos perros -en alguna ocasión tuvieron ayuda para gatos-. El BAMP les ofrece pienso sobre todo, pero también la vacuna de la rabia, pipetas, desparasitaciones... Así han conseguido mantener a las mascotas, parte importante para las personas con necesidades, en las mejores condiciones.


Más abandonos


Según asegura la portavoz del Bamp, los abandonos demascotas cada vez se producen con más intensidad, lo que le obliga a pedir más campañas de concienciación o incluso va más allá «cuando se sepa que alguien ha abandonado a un animal que se le multe por ello, porque no se está haciendo nada».Apunta que ni siquiera hay una visibilización constante de los perros del albergue abandonados para concienciar a la población. Son carencias que pide que se vayan solucionando por parte del Consistorio, al tiempo que también solicita que se les ayude a seguir adelante con su trabajo altruista. El suyo y el de la otra ONG hermana, Peludines Sin Suerte, que, en su caso, recoge animales abandonados y los traslada a una dependencias también permitidas desde un empuje solidario.

«Les estamos ayudando en su trabajo», dice Franco, que lamenta que esa ayuda no se vea recompensada ni siquiera facilitando un local para que puedan trabajar. En el que ocupaban hasta ahora contaban con 1.500 kilos de pienso solidario que tendrían que haber repartido si no hubieran encontrado una solución de ubicación «y nuestros beneficiarios se hubieran quedado colgados», lamenta. Franco agradece, no obstante, la ayuda ciudadana que ha evitado ahora el cierrede la ONG, gracias a la colaboración de un establecimiento comercial del barrio de Flores del Sil, Mani studio Tatoo que les permite utilizar su sótanosin fecha, algo que Franco no tiene palabras para agradecer «al final la fuerza la hacen los propios ciudadanos», algo que quiere premiar de la mejor manera que sabe, siguiendo hacia adelante.
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