Medio centenar de personas acompañaron a Pablo Rodríguez, el trabajador del Parador de Villafranca que fue despedido hace unas semanas por, según le indicó el departamento de Relaciones Laborales, haber revelado información secreta.
La CGT considera que se trata de un despido improcedente que lo que pretende es anual la opinión de los empleados, cuando se había conbocado una asamblea en octubre en la que este empleado trasladó un estudio alternativo a la propuesta de trabajo en las fiestas de navidad.
Un "despido disciplinario", apuntó la empresa, alegando esa revelación de secretos cuando vieron al trabajador realizando fotocopias de una tabla excel que él mismo había diseñado para presentar a esa asamblea. "Contenía datos para contrastar y plantear una solución mejorando el acuerdo de la empresa" para trabajar en las fiestas navideñas, explica. Pero el director "me vio imprimiendo ese documento y mes y medio después me notificaron el despido", recuerda.
Fue el director de Relaciones Laborales de Madrid, Daniel Navarro, quien se puso en contacto con él para hablar de los hechos "y sin más me despidieron", dice. Apunta que en Madrid desconocían el contexto en el que él estaba tratando esos datos -para presentar en una asamblea convocada por la propia empresa-, algo que alegará ahora a nivel judicial. Asegura que la primera fase será intentar alcanzar una negociación para ser readmitido pero "debido a la agresividad del despido creemos que no van a negociar", apunta.
Rodríguez lleva toda su vida laboral trabajando para Paradores. Ha pasado por siete de ellos y nunca ha trabajado fuera de esa empresa "toda mi experiencia en hostelería ha sido aquí", dice. Lleva dos años para tres en Villafranca y "nunca he tenido ningún problema laboral", en cuanto a su comisión de tareas, por eso manifiesta su sorpresa por esta decisión "tal vez la empresa intenta dar un mensaje al resto de trabajadores y creo que es lo fundamental de este caso", evitar que sea así.
Tanto el trabajador como los delegados de CGT que han apoyado su reivindicación, esperan que finalmente haya una readmisión "por el precedente que supone. No quiero que el resto de trabajadores tenga miedo a defender sus puestos de trabajo y les cohíban", explica el despedido. Apunta su intención de que los trabajadores puedan dar sus puntos de vista distintos "que se puedan defender de forma tranquila", sin tener miedo a lo que suceda.
Rodríguez está dispuesto a pelear y agradece el apoyo de sus compañeros ante el despido de una empresa pública, aunque también apunta que muchos otros trabajadores no pudieron salir a la manifestación "por miedo a represalias".
La delegada de Comunicación de la CGT, Yeray Vidal, asegura que continuarán con manifestaciones "porque consideramos que han despedido al trabajador de una manera totalmente improcedente por el mero hecho de hacer acción sindical, tomando represalias contra él". Serán de nuevo ante el Parador pero sin fecha aún, puesto que ahora cerrará unos días.