El alcalde de Ponferrada, Marco Morala aseguró que no se realizará ningún proyecto sobre el antiguo cementerio del Carmen mientras sigan apareciendo restos humanos. Así lo certificó frente a los huesos de cadáveres que la tierra está devolviendo en este espacio, gracias a los trabajos de Sputnik Labrego, que, por tercera vez, intenta localizar 29 cuerpos de personas represaliadas durante la Guerra Civil y sepultadas en la zona de caridad de este campo santo que, por otra parte, no debería tener ya huesos tras las mondas realizadas al pasarlo al Montearenas.
Así las cosas, el regidor anunció que el nuevo centro de salud que pretendía construirse en este espacio, aunque seguirá estando en la parcela denominada SUM 3, no estará dentro de los muros del cementerio, para lo que ya ha presentado el proyecto a la Consejería de Sanidad. “Ahora la prioridad es exhumar todos los restos que están indebidamente sepultados”, dijo el regidor. El fin del cementerio después no asegura cuál será. Por ahora, considera que es un espacio de memoria en el que seguir trabajando “el destino de este espacio ocupa un lugar secundario”.
En el tercer intento en el que Sputnik Labrego realiza trabajos en la zona, donde continuará dos semanas, han comenzado a aparecer restos que podrían coincidir con las identidades buscadas. Quedan dos semanas de trabajo, anuncia el historiador Alejandro Rodríguez, y considera que deberían trabajar sobre dos meses más para conseguir destapar todo lo que la tierra contiene en su interior. Repartirán esos trabajos en los próximos meses, una vez que valoren el trabajo que les queda para completar las exhumaciones. Estas se han costeado con una segunda subvención de la FEMP, completada con una partida municipal -21.000 euros y 10.000 respectivamente-. El regidor aseguró que ya ha adoptado la decisión de incrementar esa partida si fuera necesario para completar los trabajos.
Morala, tras ver los restos aparecidos, califica de inhumanas las condiciones de esos enterramientos, por lo que considera que no pueden permanecer restos humanos en esta superficie “se seguirá hasta que todos sean exhumados”, reitero. Los familiares con los que se pueda contactar recibirán los restos hallados “para darles la dignidad que toda persona merece” y el resto tendrá un lugar de descanso en el cementerio nuevo. Considera que es cuestión de humanidad y seguirá con las actuaciones.
Siete cuerpos con signos de violencia
La campaña está siendo muy fructífera, según destaca Rodríguez, porque se ha conseguido abrir el espacio y llegar a la zona de enterramiento que se pretendía. Tanto lo que era la zona civil como la católica, aparece con “evidencias de haber localizado a siete víctimas represaliadas con evidentes signos de violencia”, como disparos.
Por la orientación en la que han aparecido, considera Rodríguez que están en disposición de localizar a las 29 personas que querían recuperar en la zona de caridad. “Es cuestión de seguir avanzando desde el trabajo técnico para exhumar los restos y seguir con las fases de análisis antropológico y darle una identidad definitiva”, explica.
Alguno de los enterramientos era colectivo, concreta, aunque no son fosas comunes y han aparecido proyectiles y cráneos con disparos de arma de fuego, una referencia casi definitiva para saber “que vamos por el camino correcto”. Dos de los cadáveres encontrados podrían ser ya de esos 29. De ellos tienen localizadas a unas 10 familias que están implicadas con los trabajos y esperan esos restos.