El naturista, Luis Miguel Domínguez, defiende la existencia del lobo como un controlador de las enfermedades del ganado. Un aliado para los ganaderos y no un enemigo, apunta, frente a esa idea que desde comunidades autónomas como Castilla y León se expande al quererse enfrentar a políticas europeas que están defendiendo la existencia de este depredador.
Domíguez aseguró en Ponferrada, donde protagonizó una charla sobre el lobo que este animal es patrimonio natural y está considerado en Europa como Especie de Interés Comunitario, una catalogación de la que algunas comunidades solicitan que salga para poder cazarlo. Pero, reconoce que en una década se ha conseguido que el lobo tenga protección legal "es el momento en el que más protección tiene", apunta "antes se decía que estaba protegido por ser una especie cinegética", un contrasentido, apunta, que hoy se ha valorado y del que ha salido el lobo, que estaba avocado a la extinción.
El conocido como Lobo Marley celebra la decisión de que se prohíba su caza, con una normativa que le da más protección y que espera que sea duradera "antes tenía más protección la rana bermeja que el lobo".
Frente a las políticas de la Junta para recuperar al lobo como especie cinegética considera que no podrá haber una vuelta atrás porque "es difícil entender Europa sin el lobo" que "cumple un servicio ecosistémico controlando las enfermedades del ganado". Asegura que "no habría dinero para pagar lo que hace el lobo" por esa sanidad y lamenta que "la obsesión de la Junta por matar al lobo va en contra de los beneficios que obtienen de él los ganaderos. El lobo es su aliado", reitera.