Lleva casi un año como cabeza del Consejo Comarcal del Bierzo, un ente que considera poco conocido y se marca como reto didáctico el presentarlo a los bercianos para que completen su identidad territorial con poner en valor a la institución que la contiene. Se remanga para hacerlo mientras, como secretario local del PSOE en Ponferrada y exalcalde de la ciudad, reflexiona sobre los caminos que está cogiendo la política en la actualidad. Critica el discurso del odio, que considera que ha estado detrás de la agresión que sufrió hace unos días por un exaltado que se manifestaba ante la sede del partido, como cada día, para oponerse a las decisiones de la política nacional. Dos patadas y un golpe en la mano fueron el resultado, considera que incitar a la violencia como método que demoscópicamente funciona. Como víctima de la agresión, pide que se rebaje el tono y lamenta que, pese a ese episodio, se siga sin poner coto a las movilizaciones diarias ante la sede del partido, extintas ya en otras demarcaciones. Olegario Ramón ahora cura sus heridas y vuelve a la escena política, pidiendo, dentro de su partido, unidad, y abriendo la puerta a un posible regreso a la alcaldía de Ponferrada. Si CB le invita a pasar, tal vez acepta tragarse un sapo, dice.
-¿Se ha pasado el susto del desagradable episodio de la agresión que sufrió ante la sede del PSOE?
-Sí, se pasado el susto, pero ha sido algo muy desagradable y lo que me resulta un poco descorazonar es que, yo creía que este incidente grave, por lo menos iba a producir el fin de las concentraciones ante la sede. Me preocupan mucho, sobre todo los vecinos que llevan desde octubre soportando esas manifestaciones. Se han quejado de ello en multitud de veces y han llamado a los cuerpos de seguridad en muchas ocasiones. En esos edificios vive gente mayor, niños pequeños que escuchan barbaridades, gente enferma...que tiene que soportar esto. Tal vez sea algo iluso, pero esperaba que se dejaran esas concentraciones y que se se rebajara la tensión. Y he visto que no, que se han reproducido ya en la noche del sábado (el suceso fue en la noche del jueves).
"Es evidente que CB ha querido volar todos los puentes, pero nosotros estamos por encima de eso. Tenemos una visión de ciudad"
-Pero ¿hay más control policial?
-Sí, hay más control policial, agentes uniformados y de paisano.
-Antes de la agresión ¿hubo episodios de insultos o faltas de respeto?
-Numerosas. Prácticamente cada vez que teníamos una reunión en la sede. Dejamos de hacer reuniones allí y teníamos que reunirnos en el local del Ayuntamiento, que es muy pequeño. Lo hacíamos para no coincidir con esas personas. Cuando decidimos volver, los insultos eran diarios, pero nunca se pasó de ahí, hasta ahora.
-Por lo que se refiere a las reacciones sociales y de la esfera política ¿está satisfecho o ha echado de menos a alguno?
-Estoy satisfecho porque, en general, creo que ha habido reacciones desde todos los sectores políticos y no políticos. Además estoy muy agradecido por la preocupación que me han trasmitido desde todos los sectores. Sí considero que sería mejor no estar en los piquetes delante de la sede sino pedir disculpas porque han agredido a un concejal. Creo que debe haber un poco más de coherencia.
-Pero ¿cree que esto es consecuencia del lenguaje de odio que está envolviendo a parte de la política en la actualidad?
-Estoy convencido al cien por cien. No tengo ninguna duda de que esto es consecuencia de ello. Creo además que es una táctica política premeditada desde que aparece Vox, la extrema derecha y el PP quiere pelear con él para no perder ese espacio y, en muchas ocasiones parece más extremista que Vox. Desde que ese lenguaje tan agresivo y esta tensión en las cámaras ven que demoscópicamente tiene su resultado, como se ha visto en Galicia, ya no se frena la escalada. Y eso se traslada a la Junta de Castilla y León, donde el vicepresidente hace un gesto absolutamente obsceno a una procuradora del PSOE o incluso el propio presidente hace una peineta. Todo ese tipo de cosas se trasladan, y en la calle los manifestantes que están ante una sede política, tienen pocos límites normalmente. Unos sí pero otros menos. Y si los incitan termina ocurriendo lo que ocurrió.
-¿Y cómo se frena eso cuando ya uno ve la mirada de odio de alguien que ni siquiera le conoce y se ciñe a una agresión. Cómo se puede desescalar llegado ese punto?
-Sería muy importante aquí la colaboración de todos, que todos ayudáramos a rebajar el nivel. Sí que en Ponferrada se ha rebajado el nivel, porque los plenos eran muy tensos, con expresiones gruesas. El mandato pasado sufrí una oposición miserable, del no por el no y del insulto incluso. Esa tensión se ha rebajado desde que aprobamos los presupuestos, también para evitar que la ultraderecha tenga la sartén por el mango. Pero es importante lanzar un mensaje claro por parte de todos y esa laxitud en la reacción que había al principio por parte del alcalde , cambiarla porque los derechos fundamentales hay que protegerlos siempre, pero si se está molestando a los vecinos constantemente, evidentemente, debe haber un tipo de reacción. Si se concentran pacíficamente, que lo hagan. Es más, hasta 20 personas no necesitan ni comunicarlo, pero eso no es lo que está ocurriendo todos los días.
"Hablemos intensamente en los foros internos y, cuando haya que tomar decisiones, que se tomen. Pero una vez que se tome una decisión, a muerte con la persona elegida"
-Con respecto a la política local, CB, en una comparecencia con el PP, se dejaba querer y decía que esperaba que el PSOE moviera ficha para valorar un posible nuevo escenario con una moción de censura ¿cómo lo valora?
-No sabría interpretarlo, porque he leído una cosa y la contraria. Incluso vi que el señor alcalde decía que se quedaba más tranquilo y que iba a recuperar el sueño a partir de esa noche. No sé valorarlo. Solo digo que el PSOE tiene un criterio de ciudad, de territorio, de pueblos, de ayudar cuando sea necesario. Lo hemos demostrado en el 2016, con el apoyo a Gloria Fernández Merayo (alcaldesa del PP). Creemos que la situación realmente es caótica, sabíamos que iba a ocurrir. Pensábamos que iba a tardar un poco más pero cuando hay una opción de 11 más dos que ya han gobernado juntos y el PSOE da garantía de proyecto, de serenidad, de tranquilidad...Se optó por algo que era explosivo y explotó. Nosotros estamos para ayudar, pero en beneficio de la ciudad y de los pueblos. Si CB entiende que la situación es caótica y no se puede hacer el proyecto que quería hacer, porque muchas cosas, evidentemente, no se pueden hacer, como propuestas muy populistas para tener repercusión, pero una auténtica majadería como el tema del soterramiento, aunque ahora ya hablan de peatonalización...Si CB entiende que existe esa posibilidad, nosotros estamos para escuchar. Si hay un proyecto, lo escucharemos y se tomará la decisión que sea y lo mismo que digo eso, si el PP tiene algo bueno, también lo vamos a apoyar, pero también vamos a ser una oposición exigente, porque es nuestra obligación.
-Pero eso supone tal vez tragarse ciertos sapos, porque CB ha sido bastante insultante con el portavoz del PSOE, aunque gobernaran juntos en el pasado...
-Supondría tragarse un buen sapo. Lo que ocurre es que a veces no debes tomar las decisiones por las fobias o las filias personales. Tienes que poner un proyecto de una ciudad o de un municipio por encima y eso, a veces te obliga a intentarlo, por lo menos, a pesar de que sea difícil por todo lo ocurrido. Es evidente que CB ha querido volar todos los puentes y se han volado, con altísimas dosis de dinamita, pero nosotros estamos por encima de eso. Tenemos una visión de ciudad, de territorio, de pensar en la gente.
-¿Y en cuánto tiempo podría forjarse esa posibilidad?, porque tal vez esa moción, si llega tarde, no sirva para generar políticas o proyectos válidos...
-No digo que se vaya a llegar a acuerdos, solo digo que estamos dispuestos a escuchar a examinar opciones. En política cambia todo tanto en períodos de tiempo cortos. Pero si queremos intentar mejorar la ciudad, si no tenemos tiempo para ello, probablemente cada palo tendrá que aguantar su vela.
-Sobre la situación de partido, en esa guerra abierta ya entre el secretario provincial del partido y el secretario autonómico ¿dónde está Olegario Ramón?
-Yo tengo una muy buena relación con ambos, con Luis Tudanca, al que le tengo un gran respeto profesional, personal y político, y con Javier Alfonso Cendón, porque al final soy presidente del Consejo Comarcal y algo ha tenido que ver él en ello. Me duele que haya ese enfrentamiento. En mi modesta posibilidad, soy de los que intento limar asperezas e intento hablar con todo el mundo para ello y sobre todo que, las tensiones internas que haya se debatan internamente y, cuando llegue el momento de tomar decisiones, que se haga, pero no durante los mandatos de los respectivos responsables públicos. Un debate intenso y sereno si es necesario, pero la división y mostrarla exteriormente nos debilita y no estamos en una comunidad autónoma en la que tengamos especial fuerza. Sí en León y particularmente mucha en el Bierzo, pero no en otros lugares, por tanto, no demostremos división, hablemos intensamente en los foros internos y, cuando haya que tomar decisiones que se tomen. Pero una vez que se tome una decisión, a muerte con la persona elegida.
- ¿Qué balance hace de su tiempo como presidente en el Consejo tras casi un año en la presidencia?
- Creo que el Consejo es una institución muy poco conocida, y si se conociera más sería más valorada. Tiene un Centro de Atención a Drogodependientes, que ha atendido, en el Bierzo y Laciana, a 338 personas en 2023; un Centro de Atención a Menores, infractores y en situación de desamparo, que da servicio a 70 personas; en Formación y Empleo se han ayudado a 86 proyectos en casi 30 municipios. Y lo que más se conoce, el Banco de Tierras, que funciona excepcionalmente. Gestionamos 4.300 tierras en el Bierzo. Patronato de Turismo, con récord de visitas con 103.000 visitantes en el centro de recepción de las Médulas. O el Servicio de Atención a Municipios, SAM que tuvo muchos problemas y que ahora se ha conseguido que las plazas estén cubiertas. Mi obsesión durante este mandato va a ser conseguir que el Consejo Comarcal sea más conocido y así será más respetado. En el Bierzo hay un sentimiento claro de pertenencia a la comarca y una delimitación territorial bastante clara, pero falta ese apego a la institución que es la que nos representa y es el Consejo y lo tenemos que conseguir en este mandato.