Los vecinos de Flores del Sil y Toral de Merayo no cejan en su empeño de hacer entender al Banco Santander la necesidad que tienen de que mantenga la sucursal que había en el barrio y que fue cerrada hace una semana. Pese a las movilizaciones que habían realizado semanas atrás, desde la dirección del banco no se han puesto en contacto con ellos ni han cedido a su petición.
La oficina de Flores del Sil se ha cerrado y los clientes tienen ahora que dirigirse a la central, sita en la plaza de Julio Lazúrtegui. Aunque argumentan que muchos de ellos son mayores y estaban acostumbrados a la oficina de "al lado de casa", reconocen que las nuevas tecnologías y avances que manejan los grandes bancos van en contra de ese trato humano y cercano que reclaman.
Aunque la movilización se quedó, en esta ocasión, en una veintena de vecinos, mantienen que seguirán siendo la voz de los vecinos ante el banco cada martes para, al menos, abrir una reflexión sobre el comportamiento de los bancos con sus clientes.