La ruta se inicia en Paradela del Río (hoy nombrado como Paradela de Arriba). En los mapas antiguos se habla de un único pueblo conocido como Paradela del Río estructurado en dos barrios, el de Abajo -también conocido como La Vega (de Paradela)-, y el de Arriba, separados alrededor de 1 km en línea recta. Hoy los planos dan pie a cierta confusión, ya el barrio de La Vega aparece renombrado como Paradela del Río, estando situado sobre la llanura aluvial, y Paradela de Arriba situado sobre una ladera del monte a la cota 500 m nsm. Lo cierto es, y los vecinos así lo corroboran, que Paradela del Río es el pueblo más alto, situado a media ladera sobre la margen derecha del arroyo del Marco; estando situado su barrio de La Vega sobre la llanura fluvial, muy cerca de donde confluyen los grandes ríos bercianos Burbia y Cúa con el Sil.
Aclarado este galimatías, merece la pena detenerse un poco en la descripción de Paradela del Río. Entrando en el pueblo nos recibe la apartada iglesia de Santa Lucía, con torre de espadaña que soporta dos ojos para las campanas y, sobre ellas, un reloj de pared que da una hora inexacta. La campana mayor fue fundida en 1918, la más pequeña está fechada en 1844. La iglesia está rodeada hacia el S de una abandonada huerta rectoral, y hacia el E está adosado el cementerio. Nos llamará la atención la abundancia de letreros y mojones de antiguas carreteras reaprovechados para decorar el pueblo, especialmente en la parte alta del mismo y muy cerca del depósito de agua. Allí veremos una colección de objetos de labranza y restos viales de obras públicas expuestas al aire libre a modo de museo. Desde luego, un intento loable de engalanar un pueblo que, como otros muchos del Bierzo, está en proceso de progresiva despoblación.
Paradela del Río y todo su dominio y barrios anejos perteneció al Monasterio de Carracedo, se menciona como granja a principios del siglo XIII. Con motivo de la elaboración del Catastro del Marqués de la Ensenada se visitó Paradela el 17 de abril de 1753 , y se indica que este lugar se compone de 55 vecinos incluidos los de los barrios de Peón de Abajo y Valiña. El diccionario Pascual Madoz se refería a Paradela del Río de la siguiente manera en 1850: “Se compone de dos barrios distintos entre sí como medio cuarto de legua, llamados de Arriba y de Abajo; el primero se halla situado a la falda de un monte en terreno peñascoso y sumamente quebrado; el segundo ocupa una ribera al pie de otro monte y a las márgenes de los ríos Burbia y Valcarce ya reunidos”. “Tiene sobre 60 casas; escuela de primeras letras por 6 meses, a la que asisten unos 30 niños, dotada con 300 reales; iglesia parroquial (Santa Lucía) que comprende otros dos pequeños barrios llamados Peón de Abajo y Valiña”.”Población: 40 vecinos, 180 almas”.Hoy Paradela del Río, un hermoso pueblo asentado sobre roca en la pendiente y orientado al sur, tiene unos 8 habitantes.
Después de recorrer sus calles y conversar con sus hospitalarios habitantes nos dirigimos a la parte más alta del pueblo, el depósito de agua con potabilizadora solar. Desde aquí se sigue el camino en pendiente de la izquierda que nos traslada a la cabecera del monte, interfluvio entre los arroyos del Marco y de Navalín.
Un paseo en soledad y a la solanera por caminos carreteros antiguos. Junto al monte bajo, bosquetes de roble y encino acantonados donde no han podido entrar los incendios. Durante el trayecto se presentará sobre nuestro horizonte el pueblo de Viariz y la majestuosa Peña del Seo con su poblado minero, minúsculo desde la distancia.
En los aspectos geológicos, los terrenos que estamos caminado están dominados por pizarras, areniscas y esquistos de la era paleozoica, del periodo cámbrico, rocas muy antiguas que se formaron alrededor de hace 500 millones de años. Los esquistos dominan el paisaje, en los que se intercalan estrechos afloramientos de cuarcitas como las que podemos ver en los estribos donde se apoya la presa de El Pelgo o las que crestean en el castro de Pico Ferreira, que veremos durante este recorrido, que sirven para cerrar de manera natural el castro por los extremos E y O. Después de los esquistos afósiles, la roca más abundante son las intercalaciones de niveles calcáreos como los explotados en la cantera de Cosmos. Abrazando estos materiales, en los extremos, se sitúan las calizas y dolomías de Vegadeo, también paleozoicas, que pueden contener mineralizaciones metálicas en su seno.
Alcanzando la altura del Pico de la Sierra de Alba el camino gira a dirección SE hasta alcanzar la cumbrera de la sierra caliza a través de un camino rectilíneo poblado de encinos, robles y madroños, hasta invadir los términos de la cantera de Cosmos que desde aquí observamos en toda su magnitud. El camino continúa por el borde norte de la cantera antes de girar hacia el soto de castaños de Cabeza de Alba.
Desde el camino que bordea la cantera podemos observar las enormes proporciones de esta explotación compacta, casi centenaria. Unas labores bien planificadas que, a pesar de su magnitud, están bien integradas en el paisaje con zonas laboreadas y recuperadas y otras zonas en fase de explotación. Los trabajos en el yacimiento de calizas, con destino a la trituración para la fabricación de cemento, se llevan a cabo mediante bancos de 20 m de altura y en explotación descendente. El avance del frente de explotación se realiza mediante medios mecánicos o explosivos, transportándose el material con dumper hasta unas tolvas de hormigón que lo conducen a las machacadoras. La piedra, una vez triturada a tamaño conveniente, se conduce a una cinta transportadora de unos 3 km de longitud que la transporta directamente hasta la factoría cementera. Cementos Cosmos dispone de la autorización de aprovechamiento de la cantera desde el año 1924, siendo sus reservas posibles estimadas de 100 millones de toneladas, lo que garantiza la producción de cemento Portland artificial durante 100 años aproximadamente, a un ritmo de producción máxima que se acerca a las 1,3 Mt/año. Recientemente ha obtenido autorización para ampliar la cantera cerca de 130 ha entre las cotas 760 a 900.
Una vez llegamos al collado de La Peña de la Perdiz el camino gira hacia en NO, abandonando el paisaje industrial y adentrándonos en el magnífico soto de castaños que circuye el antiguo convento de Cabeza de Alba. El castañal de Gallegos pertenece al municipio de Corullón, que tiene más de 2000 ha ocupadas por sotos de castaños, alrededor del 10% de toda la superficie dedicada a la producción de este fruto en el Bierzo, cifrada en una 20.000 ha. Pasearemos por un paisaje cuajado de castaños hasta alcanzar los edificios del exconvento franciscano, cuyas estructuras más antiguas datan del año 1444. Desde la desamortización de Mendizábal (1835) entró en decadencia, pasando a manos privadas en 1848. El convento estuvo habitado desde el año 1912 hasta 1965, estando después despoblado y a la venta hasta que en 1978 fue adquirido por un nuevo propietario cuyos descendientes lo han mantenido hasta la actualidad. Parece que aquí estuvo recluido el sacerdote ilustrado Antonio José Ruiz de Padrón que, al parecer, fue amigo personal de Benjamin Franklin y George Washington.
Rebasando las proporcionadas estructuras del exconvento, alcanzamos el puente Remacha que atraviesa el caudaloso río Burbia. Frente al estribo derecho de Puente y sobre la carretera que conduce a Penedelo, arranca un sendero en pendiente que nos conduce al castro Pico Ferreiro (también conocido como Cerro Sufreiral), alcanzando la base O del castro tras recorrer algo más de 1 km y ascender unos 170 metros. Si las fuerzas todavía nos acompañan, desde el collado O se asciende cómodamente al castro que está asentado sobre un crestón cuarcítico que sigue la dirección E-O.
El castro de Pico Ferreiro está ubicado sobre un cerro a la cota 651 msnm, dominando un amplio paisaje sobre la depresión berciana. Datado provisionalmente de época prerromana, está catalogado como el castro más importante y representativo del municipio de Toral de los Vados. De planta ovalada, está dominado por salientes rocosos al E y al O apreciándose el contorno amurallado por lo extremos norte y sur. La presencia de escorias de hierro en el yacimiento pudo darle nombre al castro (Pico Ferreiro o Ferreiras).
Desde la base del castro hasta alcanzar de nuevo Paradela del Río distan tan sólo unos 2,5 km, que haremos a través de un camino ancho y cómodo dotado de unas magníficas vistas.
Nombre del Sendero:Un paseo por los alrededores de Paradela del Río.
Distancia total aproximada: 16 km
Tiempo estimado: 5 horas (Incluye las paradas de observación y reconocimiento)
Desnivel Bruto: 471 metros [436 (Puente Remacha) – 907 (Pico de Sierra de Alba)]
Dificultad:Media
Planos IGN: Escala 1/25.000: Toral de los Vados nº 158-III.