Los cuestionarios en los que se basa el método, cuya creación estuvo financiada con fondos Feder, buscan identificar dificultades en ámbitos como la escritura, el cálculo, la lectura o la memoria, pero también son capaces de detectar problemas relacionados con la audición, la visión y la psicomotricidad, así como con la conducta, la autoestima o el estado de ánimo de ánimo de los pequeños. Además, el método puede detectar otras situaciones particulares como el acoso escolar o las altas capacidades.
La principal novedad que aporta Dide en el mundo del diagnóstico, explica Ramírez, es que los resultados sobre aptitudes y comportamientos se obtienen sin someter al niño a pruebas o cuestionarios. “Nos basamos en el método de observación, preguntamos a los que mejor conocen a los niños: los profesores y los padres”, asegura este emprendedor procedente del sector tecnológico. Su idea nació en Valencia en septiembre de 2011 aunque necesitó de años de probaturas hasta su salida al mercado hace ahora un año.
En este tiempo, la iniciativa ha llegado a cinco países y ha ayudado a detectar problemas en la educación, el aprendizaje, el desarrollo emocional, la socialización y el comportamiento de más de 2.500 niños. En cualquier caso, Ramírez reconoce que “Dide no es una prueba diagnóstica” y que sólo “apunta que un niño puede tener alguna dificultad, no lo confirma”. Los indicadores del método ayudan a descartar algunos problemas y señalan a otros que necesitan de un “diagnóstico más profundo” por parte de un especialista. “Hasta entonces, el niño no ha salido de la escuela ni se le han hecho pruebas”, destaca el creador del método, que subraya el ahorro del tiempo que supone para el orientador educativo el hecho de que no se tengan que llevar a cabo las pruebas sobre problemas ya descartados por Dide.
Con cuatro idiomas y tres versiones adaptadas a diferentes entornos, el objetivo de su creador es instalar el método no sólo en las aulas, sino en hospitales, asociaciones, empresas, gabinetes privados, academias e incluso en el ámbito de la justicia. “Queremos llegar a toda la sociedad”, afirma Ramírez, que valora que el 'big data' procedente de los cuestionarios permitirá que “por primera vez un gobierno va a saber los problemas que tiene su población”.
En esa línea, Dide está promoviendo la implantación de una mariposa como “símbolo que represente todos los esfuerzos que se hacen por la educación inclusiva” y como recordatoria de la máxima que asegura que el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en la otra punta del mundo. “La responsabilidad es de todos”, recuerda Ramírez.
Revisiones posteriores
Por su parte, la psicopedagoga y responsable de la implantación de Dide en las escuelas infantiles de Ponferrada, Delia Fernández, considera que el método es “una herramienta fantástica para orientadores, familias y colegios”. “Hasta ahora la única manera de cribar a los niños era aplicarles pruebas, lo bueno de Dide es que los niños no intervienen”, reitera Fernández, que se encarga de coordinar el desembarco de la plataforma en Castilla y León.
Bajo su supervisión como orientadora, los profesores de los centros de la capital berciana y las familias de los alumnos ya están respondiendo a los cuestionarios. “Los padres ya tienen las invitaciones y están rellenando las encuestas de fin de curso, nos han dado una respuesta espectacular y ya contamos con más de 80 familias”, adelanta la responsable del proyecto, que valora que “el sistema obliga a que las familias tengan que participar, que tengan que preocuparse de conocer a su hijo más”.
Otra de las grandes ventajas de Dide, señala Fernández, consiste en que “los cuestionarios se pueden volver a rellenar al cabo de un tiempo para ver la evolución del niño, porque a él no le afecta”. Estas “revisiones posteriores” permiten despejar dudas y evitar que “dificultades que no se han detectado y que se pueden resolver en los primeros cursos de primaria sin apenas secuelas” se arrastren hasta etapas muy posteriores de la educación, con sus consecuencias negativas en cuento al fracaso escolar y a la baja autoestima de los niños y adolescentes.
En cambio, la detección precoz de esos problemas “facilita la tarea a las familias y a los profesores antes de entrar en la educación primaria”, destaca la psicopedagoga,que recuerda que “muchos rasgos se pueden apreciar desde muy pronto, para otros es necesario esperar, pero la prevención siempre es valiosa”. En esa línea, Fernández recalca que “sería maravilloso implantarlo en los colegios” y avanza que la plataforma se está difundiendo entre las federaciones de Ampas de la Comunidad, entre las que ha despertado un importante interés.
En ese sentido, una de las partes importantes del proyecto tiene que ver con el “trato cercano y humano” con el que el orientador interpreta el informe que resulta de los cuestionarios. Tras validar esos resultados, el responsable convoca una reunión en la que ofrece pautas de comportamiento con respecto al niño tanto a padres como a profesores y recomienda a la familia que se derive al pequeño a un especialista para que lleve a cabo un diagnóstico más profundo si se observa algún “aspecto deficitario”.
Además, Fernández recuerda que el sistema también ayuda a la hora de identificar “comorbilidades”, es decir, problemáticas en la lectura, en la comprensión o en cualquier otro aspecto, ligadas a la presencia de otro trastorno como el TDAH. Al respecto, la psicopedagoga recalca que la asociación que agrupa a los afectados por este trastorno en el Bierzo, Adahbi, fue “la primera de España en disponer de esta plataforma”, que ayuda a localizar “problemáticas igual de limitantes” para estos pequeños.
Altas capacidades
Por otro lado, el concejal de Bienestar Social de Ponferrada, Pedro Muñoz, considera que el “programa de detección precoz” es una “prestación fundamental” que no sólo permitirá identificar a los pequeños con necesidades educativas especiales antes de la etapa de escolarización sino que permitirá detectar también las altas capacidades.
Muñoz, que presume de tener en Ponferrada “las mejores escuelas infantiles del mundo”, remarca que la “actuación preventiva” y la “implicación de las familias” son los dos principales motivos que convencieron a los responsables del área de implantar este proyecto pionero. “A veces, cuando nos damos cuenta de tal o cual problema, el chaval ya está en la carrera”, lamenta el edil, que destaca que “con el informe final, los niños salen de la escuela infantil a la escuela de primaria, donde los maestros se encuentran con parte del trabajo hecho”.