Siete meses de denuncias constantes y de sonrojarse al pasar por la carretera que va desde La Portela a Ruitelán, que conforma una parte importante del Camino de Santiago por la comarca, no han servido para más que para que se efectuara algún bacheo o vertido de arena en el vial. Algo que todavía «avergüenza más,es indecente» dice el que fuera edil por el PP en ese Ayuntamiento, José Luis García Peña, y que, durante su mandato luchó por la mejora de ese trazado. Ahora que ha visto las máquinas actuar, pero no solucionar la situación, ha decidido ir más allá de la crítica e iniciar una campaña de recogida de firmas o una movilización. Esa era su idea, pero tras su crítica, la Junta dio a conocer que había iniciado los trámites para proceder a la mejora en el tramo desde Ambasmestas hasta Ruitelán, aunque sin ofrecer más información al respecto, ni sobre plazos ni sobre inversiones. Según ha podido saber este periódico, la inversión alcanzaría los 600.000 euros y la obra estaría lista en 2025, aunque con la acera a la derecha, que era algo que García Peña no quería. No obstante, pese a ese compromiso, la alcaldesa, la socialista María Luisa González, ha convocado una movilización para el 3 de mayo a las 19:00 horas, con salida desde el cruce de Ambasmestas com la N-VI para «exigir a la Junta un buen camino para los peregrinos y para los vecinos».
Es una manera de hacer visible su estado, que afecta a peregrinos, a la seguridad del tráfico rodado y de peatones y a la visión que el turismo tiene de este enclave.
Apunta García Peña que son solo unos 4,2 kilómetros de recorrido, los que van desde La Portela a Ruitelán, aunque la Junta habla de un trazado algo menor. Un vial peregrino, lleno de socavones peligrosos. Un paso obligado del Camino de Santiago que da vida a Vega de Valcarce, pero que ha ido cediendo durante años al olvido de las administraciones. García Peña sigue denunciando la situación recordando que ya lo hizo en su etapa de edil, intentando hacer entender la importancia de un trazado rural de este calado. Habla de maltrato a un vial por el que los peregrinos deben pasar. Lamenta que, aunque hay compromisos desde 2017 para hacer una actuación digna en la zona, no se ha hecho como se esperaba, con arcén que ampare a los caminantes, como sucede en zonas de Galicia cercanas.
Desde Villafranca a Vega el trazado peregrino es un muro de hormigón que separa a los coches de los peregrinos.
Peña recuerda que sí se recogía una acera en la parte de Ambasmestas, aunque su preferencia no era esa, como sucede también ahora.
«El Camino es el espejo del mundo», dice Peña, algo que considera que se debe tener en cuenta a la hora de realizar estas actuaciones «había conocido otras zonas del Camino, con senderos con iluminación...». Pero en esta zona considera que es el trazado del «camino de la vergüenza». «La solución es poner arcén, carretera y barandilla», reivindica.
Aquel proyecto comprometido contaba con una cuantía de 700.000 euros y ahora, lo que se ha hecho antes del compromiso adquirido por la Junta al calor de las primeras protestas al ver las máquinas actuando, es un bacheo que hace que Peña apueste también por movilizarse. Pide seguridad para los peregrinos y dignidad para los vecinos que ven su paso, y lamenta que las administraciones hayan pasado años mirando para otro lado, sin tener tampoco la complicidad de la alcaldesa de la localidad, que considera que debería ser más reivindicativa.
«Esto es preferente, es Camino de Santiago», asegura. «Hay tramos en los que un coche y un peregrino no cogen», apunta y eso entra en el plano de la seguridad vial. Ahora espera que sea el compromiso final para conseguir que acabar con los baches y el peligro que representa este trazado.