La localidad de Ponferrada cumplió un año más con la histórica renovación del ‘Voto de Villa’, en el que se agradece a San Roque su "intervención divina" para acabar con la epidemia de peste que asoló la ciudad en los años 1576 y 1599. La cita sirve también para repartir entre los fieles las primeras uvas de la temporada, este año 250 kilos.
Este acto se remonta al año 1600, cuando la ciudad comenzó a hacer una ofrenda cada 16 de agosto a San Roque, al que se atribuye la erradicación de esa enfermedad gracias a su “intervención”. La procesión partió a las 10:30 horas desde la Iglesia de San Pedro, con la imagen de San Roque. Desde allí los fieles se dirigieron hasta la Basílica de la Encina, donde tuvo lugar la misa.
Instantes previos al acto, el alcalde Marco Morala puso en valor la importancia de dar continuidad "a una tradición que los ponferradinos siguen viviendo como propia después de que lo hicieran nuestros antepasados", y expresó que dota a la ciudad "de una personalidad especial".
El regidor aprovechó la ocasión para entregar un deseo personal a San Roque, cargado de reproches hacia la oposición: "Quiero que se pueda mantener la línea de trabajo que está realizando este equipo de gobierno, generando ilusión y futuro en Ponferrada y mejorando en todos los ámbitos a pesar de las sorpresas que hemos recibido vía endeudamiento no esperado. Voy a pedir que no tengamos ninguna sorpresa más del anterior equipo de gobierno porque la cifra supera ya los 15 millones de una deuda que nadie contaba con ella".
