¿Qué es ser un pijo? ¿Existen pijos 'de verdad' y pijos 'de mentira'? ¿Un pijo es siempre de derechas? ¿Es lo mismo ser pijo que rico? ¿Cuántos tipos de pijos existen? ¿En una sociedad obsesionada con el culto a la imagen, el dinero y el triunfo, somos todos un poco sospechosos de 'pijismo'? ¿Por qué ‘pijo’ ha pasado de ser un insulto a un adjetivo que muchos sueñan con poder arrogarse?
Raquel Peláez es una periodista berciana especializada en temas de consumo, cultura de masas y antropología urbana. En 2020 se convirtió en la subdirectora de la revista de moda, belleza, tendencias y famosos 'S Moda' de El País, y en los últimos meses ha lanzado un libro llamado 'Quiero y no puedo: Una historia de los pijos de España', donde trata de resolver preguntas como las expuestas. Se trata de una radiografía de lo pijo en España, desde los señoritos del s.XIX a los 'cayetanos', pasando por la 'gauche divine' o los 'yeyé'. Todo un ensayo revelador sobre un fenómeno que va más allá de un arquetipo y que esconde el verdadero origen de la lucha de clases en la sociedad española.
Si bien su estudio abarca toda la geografía de España, sus primeras memorias sobre esta evolución sociológica están marcados en el Bierzo. Nacida en Ponferrada, recuerda que en los años 90 y 2.000 había numerosas tribus urbanas en la ciudad que ya han desaparecido. Se trataba de "una escena rock and roll" con presencia de diversas subculturas. Además, a causa del poderío de la industria minera, "siempre ha sido una sociedad muy clasista que provocaba un choque de identidades". "Yo veía durante el boom del ladrillo a gente muy joven con coches alucinantes", añade.
"Incluso un pijo de derechas con la mayor pinta que te puedas imaginar puede acabar llamando pijo a uno con apariencia de hipster de izquierdas"
Desde entonces, considera que se ha producido una involución provocada por la falta de tejido económico, si bien aún permanecen rescoldos del fenómeno 'pijo', eso sí, "muy alejados de lo que era". Peláez ve claro "un auge de la ultraderecha" en toda Castilla y León que muchas veces lleva implícita esa imagen 'cayetana' -la manifestación predominante del pijerío actual-, aunque "no tiene por qué ser exclusiva de esa ideología". "Incluso un pijo de derechas con la mayor pinta de pijo que te puedas imaginar puede acabar llamando pijo a uno con apariencia de hipster de izquierdas", afirma. Esta evolución de un término concreto a otro "muy líquido" es lo que obsesionó a la periodista a investigar el movimiento.
De la connotación estética a la política
Así mismo, la falta de estudio en cuanto a la figura del 'pijo' la motivó aún más a realizar la investigación. Esta palabra, tal y como la entendemos, nació a mediados de los setenta con su popularización a nivel nacional gracias al espaldarazo de los Hombres G. No obstante, el 'pijerío' se remonta hasta muchas más décadas atrás. La autora recoge diferentes fechas clave para explicar la evolución del fenómeno: que Eugenia de Montijo pidiera su primer 'Luisvi', en 1853; la inauguración por parte de Julio Iglesias de Puerto Banús, en 1970, o el fichaje de David Beckham por el Real Madrid, en 2003. Según relata, "refleja una guerra cultural en nuestros días bajo la que, en realidad, hay una lucha de clases y una utilización de la imagen personal y su externalización".
"El 'cayetano' recoge el testigo del pijo inicial aunque más politizado y usando la bandera de España como símbolo de estatus"
Después de toda la evolución que repasa en 'Quiero y no puedo: Una historia de los pijos de España', en 2024 llegamos al término de 'cayetano', esa figura que recoge el testigo del pijo inicial aunque "más politizado", que expresa la riqueza de una manera más sofisticada y usa la bandera de España como herramienta política y símbolo de estatus. "En los años 80, no existía esta connotación política; era solamente estética y de estilo de vida".
De lo que se muestra segura Peláez tras realizar el ensayo es de que todos somos. en mayor o menor medida, un poco pijos: "Ahora mismo la palabra 'pijo' para mucha gente es sustituta de 'rico'. Si esto es la definición, los habitantes de muchos países de la Europa desarrollada estamos en un ranking bastante importante de pijos con respecto a otras naciones".