«La fábrica de Cementos Cosmos es seguramente la más importante de España y una de las mejores de Europa. Emplazada en Toral de los Vados, al borde de la vía férrea del norte, con venero abundante de piedra calizas a pie de fábrica y la hulla de la cuenca de Villablino a mano hállese en inmejorables condiciones para competir». Así daban la bienvenida los rotativos a la empresa de Cementos Cosmos de Toral de los Vados en 1924. Un tiempo que ha compartido con el carbón y con la celebración de Santa Bárbara.
La fábrica comenzó a trabajar con tres pequeños hornos que estuvieron en marcha hasta los años 60. Ahí creció con el cuarto horno, este de vía húmeda. Y en 1975, hace casi medio siglo, llegó el quinto horno, con el que se trabaja en la actualidad, de vía seca y con una capacidad de 2.600 toneladas de clínker al día frente a las 50 toneladas que se conseguían con los hornos primitivos.
Cien años después, Cosmos sigue en su mismo emplazamiento, con 150 empleados y un empuje social importante, además de un compromiso ambiental que hace que se multipliquen las inversiones millonarias para restar huella de carbono, uno de sus objetivos.
Comenzó su camino en una zona que le daba todo: carbón como combustible, aunque eso ha ido cambiando, y caliza para sus productos, desde la cercana cantera de Corullón.
Y desde entonces ha hecho una simbiosis social y empresarial con la zona que hace que no se entienda la comarca sin ella. Es la ancianita saludable de las empresas bercianas, la mayor, la más veterana y la más querida. Y así lo siente su actual director, Jaime Santoalla, que cumple una década al frente de la firma, dependiente de Votoratim Cimentos. Reconoce que no es fácil remar a lo largo de cien años y no deja de agradecer a toda la fuerza social que lo hayan hecho a su lado.
Mucho ha caminado la central, siempre con el foco puesto en un desarrollo que no afecte al medio ambiente. Por eso Santoalla pone el reto de futuro en conseguir hormigón neutro en carbono para el año 2050. Con ese fin apuestan por la eficiencia energética, con más del 45% de la energía que consumen hoy certificada como renovable y cuenta con un parque fotovoltaico propio.
En cuanto al producto, busca un «cemento más verde» que use menos clínker para cumplir sus objetivos de descarbonización. Lo hace en medio de una situación de mercados que no es del todo buena. La crisis de la construcción ha pasado, aunque ha tenido que soportar la marea. Ahora, tampoco la construcción está a los niveles que debería. «A nivel nacional se consumen en torno a los 320 kilos por habitante y año y en el resto de Europa la cifra sube hasta los 480 kilos» de cemento, dice Santoalla. Pero ese mercado, que Cosmos lo tiene en las zonas más inmediatas, le llega para mantenerse e ir arañando de su esfuerzo investigador mejoras en beneficio ambiental y efectivo.
Todo ese esfuerzo de un siglo, de los que ya no están y de los que dejaron su huella en obras emblemáticas como el Conservatorio de Música de Ponferrada, la A-6 o un sinfín de edificaciones bercianas, merecía una celebración.
Cosmos quiso hacerla compartida, abriendo varios concursos con los que acercarse a la sociedad un poco más. Así realizó convocatorias de Fotografía, Ideas sostenibles, destinado a colegios, Dibujo infantil, Proyecto social y Proyecto emprendedor. Su repercusión fue un éxito en un año, 2024, que se tatuará en su piel para siempre.
No es un año malo, con el recuerdo de la pandemia y de la escalada de los precios energéticos que ha tenido que ir masticando en los años pasados. La rotura en la cadena de suministros con la consiguiente carencia de materias primas fueron otros pasos en contra. A favor, Santoalla reconoce que ha estado «la posibilidad de contribuir ampliamente a la transición ecológica.
Una apuesta que han abrazado con fuerza «en Votorantim Cimentos trabajamos para incrementar nuestras soluciones sostenibles, como el uso de energías limpias, y ampliar el uso de materias primas y combustibles alternativos en nuestro proceso de fabricación». Así ha ido reduciendo emisiones de CO2 y lo sigue haciendo, aprovechando la energía de los residuos y las mejores posibilidades que la tecnología ofrece.
Blenture
La fábrica coge aire para encaminar un siglo más al menos y lo hace con los criterios de sostenibilidad y eficiencia sobre la mesa. y los primeros pasos ya los ha dado. Su matriz, Votorantim Cimentos acaba de presentar su nueva marca de cementos y hormigones, Blenture, diseñada para reducir las emisiones de CO2 y promover una construcción más sostenible.
La innovadora gama de productos Blenture es el resultado de una significativa inversión en investigación y desarrollo, alineada con los compromisos de sostenibilidad y la estrategia de descarbonización de la compañía, basada en la eficiencia de los procesos, el uso de materias primas recicladas y el consumo de combustibles no fósiles, promoviendo la economía circular y las energías renovables.
Los cementos y hormigones agrupados bajo este sello ofrecen soluciones competitivas para un gran número de aplicaciones manteniendo las prestaciones habituales de calidad, resistencia y rendimiento, con un 30% menos de huella de carbono.
Esta nueva gama de productos forma parte de la estrategia de descarbonización de Votorantim Cimentos para alcanzar la neutralidad climática en 2050, reafirmando su compromiso contra el cambio climático y el cuidado del planeta.